Te sonarán más que por Achaar Bar por el famoso The Fish & Chips Shop o por Antonia’s Burguer –las smash recién llegadas a la capital– y bueno, en definitiva, por no parar de emprender en la ciudad condal. Mani y Magid Alam, junto a su cuñad,o Bilal Khan, han entendido a la perfección el concepto indie de todo lo que crean y, desde entonces, su mente no para de crear y ejecutar. Lo nuevo es esto, Achaar Bar, una cantina india que, sin apenas publicidad en redes sociales, han conseguido llenar en apenas unas semanas. Abrieron hace menos de un mes y tienen a todo Poblenou esperando mesa.
CANTINA INDIA CON VINOS INDIES
Achaar es una evolución del ya reconocido en la ciudad Baby Jalebi, donde sirven fast food punjabi en el barrio de Gracia y Sant Antoni. En este nuevo concepto, encontraremos ingredientes de mayor calidad con recetas más elaboradas. “La diferencia con las recetas de la zona de Pakistán es que allí se usan más lácteos y frutos secos, la comida india es más especiada, que no necesariamente se traduce en más picante”. El propio chef es indio, por lo que conoce a la perfección las elaboraciones.
Platos como el pani puri (una bola frita rellena de patata, garbanzos y granadas servida con una salsa especial), los naan (pan mítico indio), el shikh kabab naan (el pincho estrella de la carta de ternera con pan), mash dal (lentejas blancas cocinadas con ghee, que es la mantequilla clarificada india por excelencia) o el kima roll (un brioche relleno de carne picada) son los grandes hits tanto de la carta de mediodía como de la noche, que cambia ligeramente. El concepto de cantina nos invita a compartir varios platos y probar, nada de cena copiosa… o sí. Es más, si queremos pasarnos a tomar unos de los vinos naturales que les suelen acompañar en todos los proyectos a los Alam y unos encurtidos de lima, cúrcuma, jengibre, tomate, lentejas o mango –estrellas de este concepto–, también podremos hacerlo. De ahí, precisamente, viene el nombre: Achaar es el nombre que se usa para definir a los encurtidos indios de frutas y verduras con especias.
ESPACIO DE ESPACIOS
Pero, ¿cómo llegan a esta idea? Conocieron este local gracias a un cliente asiduo de The Fish & Chips Shop y lo firmaron en 2022. Hasta la fecha, gestiones y creatividades aparte, por su mente han pasado diferentes ideas: desde abrir otro Baby Jalebi –“sabes que funciona y que si repites, va a seguir haciéndolo”, nos confiesa Mani–, hasta dividir el local en dos con dos aperturas diferentes de sus ya existentes negocios. Pero llegaron a los encurtidos. El local, que se encuentra en un renovado y en continua evolución barrio de Poblenou, mantiene muchos de sus guiños iniciales. El interiorismo ha corrido a cargo de ellos, como en la mayor parte de sus negocios, donde han querido dejar parte de piedra y ladrillo al descubierto en consonancia con el barrio de fábricas en el que se encuentra. El resto de mobiliario: cocina al descubierto a través de una ventanita –muy cantina–, muebles metálicos para el uso diario y madera para mesas y sillas.
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Al otro lado del espacio principal, la sorpresa. Una sala estilo Brooklyn que mantiene las paredes primigenias, presidida por una mesa metálica que sirve para lo que se nos ocurra: desde compartir mesa con el resto de comensales desconocidos a la hora de comer, hasta para la organización de eventos especiales abiertos al público o privados. Tan solo unas cortinas de terciopelo morado adornan la estancia: ¿para qué más? Un almacén de una fábrica reconvertido en una cantina india: solo lo podían hacer los Alam.
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