San Valentín: historias de amor en la ficción y los destinos donde se han vivido

Recorremos España en busca de esos lugares de película en los que ha saltado (y se ha filmado) la chispa del amor.
Juanjo  abraza a Beln  en “Vivir es fcil con los ojos cerrados”
Andalucía Film Commission

Hay historias de amor que nos marcan para siempre, nos dejan su impronta, nos graban a fuego recuerdos, sensaciones y emociones; también lugares. ¿Cómo olvidar ese primer beso robado en la plaza del pueblo de los abuelos durante las vacaciones de verano? La calle por la que caminamos de la mano aquel San Valentín convertida en un monumento a la memoria. Por no hablar del viaje en el que por fin se atrevieron a pedirnos pasar la vida juntos. Destinos convertidos en protagonistas de nuestra vida cual hitos existenciales. ¡Y emotivos!

Ver fotos: 7 destinos de película en los que ha saltado (y se ha grabado) la chispa del amor

De igual forma, hay historias de amor de ficción que hemos hecho propias. No las vivimos en primera persona, pero sí sentido en nuestras carnes. Nos han hecho reír y llorar, han modelado nuestro imaginario romántico y nos han demostrado que existen tantas formas de amar como personas en el mundo. Puntos señalados en el mapa cerebral que ahora, gracias al proyecto Spain Screen Grand Tour de Spain Film Commission, es más fácil localizar en el geográfico para poder recorrer España de rodaje en rodaje.

Llanura de los Monegros desde el pueblo de Monegrillo.

Monegros Film Commission

JAMÓN, JAMÓN (LOS MONEGROS)

Al grito de “¡Eres un guarro!”, “¡Y tú, una jamona!”, Bigas Luna nos descubría en 1992 a una joven pareja de actores que pronto se convertirían en grandes estrellas del celuloide y, un poco más tarde, en una familia en la vida real. Nada tiene que ver la relación actual de Penélope Cruz y Javier Bardén con aquella tortuosa que interpretaron en Jamón, Jamón y que acabó a jamonazos en un duelo final al más puro estilo cinematográfico, no obstante ambos siempre que pueden no dudan en recordar todo lo que supuso para ellos la grabación de este drama romántico tan singular.

Como escribe Fotogramas: “En Jamón, Jamón hay cerdos, ajos, tortillas de patata, tetas, paletillas (…) y un toro de Osborne (más bien, sus testículos) que se convirtió en el icono de la película”. Pero también hay paisaje, y es increíble: Bigas Luna decidió rodar la mayor parte de la cinta en Los Monegros, una de las comarcas más singulares de Aragón, que el director catalán calificó, en su día, como un “mar de tierra”. Localizaciones desérticas, entre las que destacan el antiguo campo de fútbol de Monegrillo, el toro de Osborne de Peñalba antes mencionado y la gasolinera transformada para la ocasión en el África Burger.

Tal fue el éxito de la transgresora película –que forma parte, junto a Huevos de oro y La teta y la luna, de la trilogía ibérica del director catalán–, que Monegros Film Comission puso en marcha una ruta para visitar sus escenarios, aderezada eso sí por otros lugares históricos y fascinantes, como el casco antiguo de Sariñena y su afamada Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, del siglo XVI, el Real Monasterio de Santa María de Sijena y el museo y la casa natal de Miguel Servet, en Villanueva de Sijena, o los puntos clave de la Guerra Civil española en la sierra de Alcubierre que conforman La ruta Orwell, basada en los relatos del escritor británico.

Jaime Lannister y Ser Bronn del Aguasnegras en el castillo de Trujillo.

HBO

JUEGO DE TRONOS Y LA CASA DEL DRAGÓN (EXTREMADURA)

Resulta que las tierras lejanas que aparecen de telón de fondo en Juego de Tronos y La Casa del Dragón no son tan remotas: dos de las grandes localizaciones de estas sagas épicas están en Extremadura, concretamente en Cáceres y Trujillo. Tampoco tratan únicamente de guerra y destrucción: sus grandes historias de amor nos mantuvieron pegados a la pequeña pantalla capítulo a capítulo durante años.

“Las cosas que hacemos por amor” es la frase que resume la relación incestuosa entre los hermanos (mellizos) Cersei y Jaime Lannister. Otras parejas que se atrajeron (y nos atrajeron) en la serie de HBO fueron las formadas por Gilly y Sam, Ned y Catelyn Stark, Daenerys Targaryen y Jon, y Oberyn Martell y Ellaria Arena, entre otras. Lo de Rhaenyra y Ser Harwin Strong en la exitosa precuela tuvimos que imagirárnoslo, pero esa es otra historia (que podemos leer en Fuego y Sangre, la novela en la que se basa).

El casco histórico de Cáceres, con su esencia medieval, es perfectamente reconocible en Juego de Tronos: la plaza de Santa María, la Concatedral de Santa María, el Palacio Episcopal, la calle Cuesta de la Compañía (cerca de la Torre de las Cigüeñas), etc. Y lo mismo sucede con Trujillo: su majestuoso castillo, que se remonta a la época árabe, se transformó en el Castillo de Roca Casterly, uno de los fuertes más icónicos de la Casa Lannister, y la estatua de Pizarro de su Plaza Mayor tomó la forma de un dragón en House of Dragon.

Binibeca, pueblo de pescadores cercano a Mahón.

Menorca Film Commission

ISLA BONITA (MENORCA)

Con motivo del estreno en 2015 de Isla Bonita, cuenta Fernando Colomo en una entrevista para una web especializada que la idea de la película surgió cuando regresó a Menorca, isla que no había vuelto a pisar desde los años 80, y descubrió que esta seguía intacta. Algo de lo que no pueden presumir muchos destinos patrios. Aquel poc a poc’ menorquín que, con su ritmo pausado y tranquilidad, consiguió atrapar al director es el mismo que podemos ver en la comedia romántica que escribió junto a Olivia Delcan, quien también aparece en el film.

El cine, la pintura y la literatura son los grandes protagonistas de la historia (galardonada con el Premio Sant Jordi a la mejor película española en su 60 edición), esos que componen los diálogos entre los actores de carne y hueso, que para más inri se interpretaron a sí mismos (de hecho, el propio Colomo fue nominado al Premio Goya al mejor actor revelación por su papel en ella).

Filmada íntegramente en Menorca, entre improvisación e improvisación, en la cinta semi-autobiográfica del madrileño podemos ver calas, playas, obras de arte, sinuosas carreteras y arquitectura típica balear enmarcando una historia de amor adolescente, pero sobre todo una manera de entender el mundo y las relaciones mucho más adulta, pero igual de libre.

Fotograma de ‘El amor de Andrea’ con Cádiz de fondo.

Andalucía Film Commission / Cádiz Film Office

EL AMOR DE ANDREA (CÁDIZ)

El amor tiene muchas formas y el que mantiene unidos los lazos familiares es uno de los más potentes. Los mismos que, cuando se rompen, generan culpa, incertidumbre y búsqueda, como la que se desarrolla en El amor de Andrea, donde una muchacha de 15 años quiere recuperar el amor de su padre.

Junto a Tomás y Fidel, sus dos hermanos pequeños, Andrea recorre Cádiz al son de una banda sonora compuesta por el grupo indie Vetusta Morla, pasando por localizaciones tan identificables como el barrio de la Viña, la calle San Miguel, el paseo marítimo de Campo del Sur con la catedral de fondo o las playas de La Caleta y Santa María del Mar.

“Cádiz tiene una luz maravillosa, unos amaneceres y atardeceres impresionantes, es una ciudad muy bonita, como de cuento, y eso le viene muy bien al tono que queremos darle a la película”, dijo Manuel Martín Cuenca, su director, sobre el rodaje de este largometraje filmado en la provincia andaluza.

Natalia de Molina y Françesc Colomer.

Andalucía Film Commission

VIVIR ES FÁCIL CON LOS OJOS CERRADOS (ALMERÍA)

Con la misma intensidad con la que la luz de Cádiz es maravillosa, el viento de Cabo de Gata es ingobernable. Esto es algo que sabe todo aquel que se haya acercado alguna vez al Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, cuyo su valor ecológico, geológico y paisajístico es incalculable. Así lo pudo atestiguar el director David Trueba cuando decidió rodar en este pedacito de la costa almeriense la película Vivir es fácil con los ojos cerrados. Que la actriz Natalia de Molina luciese un pañuelo en el pelo en muchos de los planos puede que fuese una decisión más funcional que de vestuario sesentero.

Porque, en efecto, la cinta está ambientada en los años sesenta, pues narra la historia real de Juan Carrión, un profesor de instituto que utilizaba las letras de las canciones Los Beatles para enseñar inglés. El amor por la música y la profesión se relata en el film de la mano de sus tres protagonistas –Javier Cámara, Natalia de Molina y Françesc Colomer–, quienes buscando a John Lennon en Almería se encontraron a sí mismos… en lugares tan fascinantes como el desierto de Tabernas, las salinas de Cabo de Gata, la Isleta del Moro o el Playazo de Rodalquilar, captados con belleza y precisión por Daniel Vilar, nominado a Mejor Fotografía en la 69ª edición de las Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos.

Cabe recordar los seis premios Goya obtenidos por Vivir es fácil con los ojos cerrados: Mejor película, Mejor director (David Trueba), Mejor actor protagonista (Javier Cámara), Mejor actriz revelación (Natalia de Molina), Mejor guion original (David Trueba) y Mejor música original (Pat Metheny).

Para que puedas seguir los pasos (o el rodaje) de los personajes, Andalucía Destino de Cine ha creado una ruta específica que incluye los lugares de filmación en Almería, pero hay más, muchas más: la de El amor de Andrea antes mencionada, la de la Isla Mínima, la de Las últimas de la fila, etc.

Escena de ‘Nuestros amantes’ en la calle Alfonso I.

Zaragoza Film Office

NUESTROS AMANTES (ZARAGOZA)

Seis también son las rutas cinematográficas que propone Zaragoza Film Office para descubrir la conocida como Ciudad del Viento. No obstante, en esta ocasión, no vamos a centrar la atención en este fenómeno meteorológico, sino en uno más complejo: el enamoramiento, específicamente el que sufren los protagonistas de la comedia romántica Nuestros amantes.

En 2016, el director zaragozano Miguel Ángel Lamata utilizó como tablero para este juego del amor sin reglas desarrollado entre Carlos (Eduardo Noriega) e Irene (Michelle Jenner) la capital aragonesa, con su Basílica del Pilar, su casco viejo, su Paseo Independencia y su Palacio de la Aljafería, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001 y sede actual de las Cortes de Aragón.

“No sabes ni mi nombre / Ni el tuyo quiero saber / Tenemos el derecho / A desaparecer”, compuso Enrique Bunbury para la canción Hada Chalada, incluida en la B.S.O de Nuestros Amantes.

Miguel Bernardeau y Aitana Ocaña se miran con complicidad en la serie ‘La última’.

Disney+

LA ÚLTIMA (VALENCIA)

No hacía falta que Aitana nos recordase a quienes ya tenemos una edad las bondades de Cullera, pero lo cierto es que la cantante, protagonista junto a Miguel Bernardeau de la serie La última, rodada en esta encantadora localidad valenciana, ha conseguido ubicarla en el imaginario colectivo juvenil. En el último éxito de Disney+ la catalana debuta como actriz y nos regala planos y canciones inolvidables, como cuando su personaje, Candela, ofrece un emocionante concierto en el Medusa Beach Club.

En esta historia de amor, lucha y amistad entre jóvenes que persiguen sus sueños, Cullera se muestra como un escenario de película, por más que La última se haya producido por capítulos: con sus playas de San Antoni, Racó y la Escollera, su cercana laguna del Estany –rodeada de arrozales y miradores– y su casco antiguo, que invita a pasear por su pasado marinero, su barrio del Pou y su empinado castillo.

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