The Mandrake: un hotel nada convencional para San Valentín

Nos adentramos en uno de los hoteles más enigmáticos, sensuales y eróticos de Londres, donde todo tiene doble sentido y se interpreta de la manera que tú quieras.
The Mandrake
The Mandrake

Nada en la calle hace presagiar que nos encontramos frente a un hotel. Afinando un poco la vista desde la acera de enfrente, encajonada entre los edificios, se vislumbra una pequeña puerta precedida de un oscuro pasillo de donde proviene una hipnótica melodía. De primeras, podría ser la entrada al Teatro Mágico del Lobo Estepario, pero se trata de The Mandrake, uno de los hoteles más enigmáticos de Londres.

Entre los barrios de Bloomsbury y Marylebone, justo al norte del Soho, se emplaza esta rara avis de la hostelería donde nada es lo que parece. La magia proviene de una planta que es emblema del lugar. Porque Mandrake significa mandrágora, raíz con forma humana que la mismísima Afrodita utilizaba para preparar sus brebajes amorosos. Durante muchos siglos fue sinónimo de buena suerte hasta que a finales de la Edad Media se asoció con la magia negra, ya que se creía que era la hierba que permitía volar a las brujas.

Rami Fustok es el propietario e ideólogo de este curioso enclave. Nacido en el Líbano, hijo y hermano de artistas, ha logrado dotar a este proyecto de gran parte de su magnética personalidad. The Mandrake es su criatura primeriza y, a pesar de las reticencias iniciales de sus colegas hosteleros, tuvo un éxito fulgurante desde su apertura en 2017.

Una de las habitaciones del hotel.The Mandrake

SOLO PARA LOCOS

Rami se mueve con soltura entre las estancias de su hotel: “Soy consciente de que no me atengo a los convencionalismos de lo que se supone que tiene que ser un hotel, odio el minimalismo, los tonos neutros y la impersonalidad. Desde pequeño he vivido en muchos hoteles y pienso que algo se ha perdido en el camino, por eso he intentado llenar ese hueco y apostar por la creación de un espacio maximalista y multisensorial”.

“Al entrar aquí tienes que despojarte de lo que eras antes”, continúa Rami. El angosto pasillo, con 19 altavoces dotados de un sistema de sonido en 3D de resonancias intrigantes, nos da la bienvenida a una experiencia sorprendente que se inicia con la acústica. El interiorismo y las obras de arte, cuidadosamente seleccionadas, también consiguen un carácter vibrante gracias a los horizontes sonoros confeccionados a medida por el ingeniero de sonido francés Pierre-Arnaud Alunni.

Un hotel muy singular.The Mandrake

El hotel se distribuye en torno al patio central mediante terrazas exteriores y pasarelas que conducen a las habitaciones. La vegetación y las enredaderas se desparraman libremente por el atrio desde los niveles superiores en un escenario selvático de jazmines y flores exóticas. En la planta inferior crecen dos majestuosos helechos de Tasmania que aportan un plus de exotismo vibrante al lugar y permiten mirar sin dejarse ver.

¿Brindamos en The Mandrake?The Mandrake

Un papel fundamental en el componente erótico del lugar ha sido el esquema decadente de las 34 habitaciones diseñadas individualmente por Tala Fustok: terciopelos parisinos, espejos dorados, cromatismo oscuro, camas con dosel al estilo beduino e impresionantes cuartos de baño de mármol.

Las obras de arte de la colección privada de Rami pueblan todos los rincones del hotel. Los ojos son una constante, desde el logo con la mandrágora hasta los cuadros que inundan las diferentes estancias, tramos de las escaleras y restaurantes. Ojos que todo lo ven y que se convierten en testigos mudos de lo que ocurre entre los muros del edificio. También la sensualidad, los órganos genitales, la fecundidad y el erotismo se repiten en los trabajos adquiridos, como en las acuarelas de Francesco Clemente.

Obras de Francesco Clemente expuestas en el hotel.The Mandrake

Además de las pinturas, y distribuidos por todos los rincones, encontramos curiosos objetos dedicados a la fertilidad, máscaras rituales, lámparas confeccionadas con pelo humano o animales fantásticos que parecen ilustraciones a tamaño real del Bestiario de Aberdeen. “Todo tiene doble sentido y se interpreta de la manera que tú quieras hacerlo, como esta lámpara – dice señalando a la lámpara de cristal de la biblioteca–, cuyas cuentas pueden ser lágrimas o gotas de semen”.

The Mandrake recuerda a los Gabinetes de las Maravillas donde nobles y burgueses coleccionaban y exponían infinidad de objetos exóticos provenientes de lugares remotos o a los primeros espectáculos circenses que se celebraban en el barrio londinense de Lambeth. Podría ser el escenario de un set de rodaje de Pasolini o incluso nos teletransporta a los primeros trabajos de Tinto Brass o a La edad de oro de Buñuel.

The Library, con la lámpara de lágrimas, o semen.The Mandrake

ADULTS ONLY

Clasificado por algunos como el hotel más sensual de Londres, lo que sí es cierto es que el planteamiento de todas las áreas de The Mandrake están ideadas para facilitar el encuentro. Es fácil coincidir con otros huéspedes durante la mañana en la biblioteca o tomar una copa en un habitáculo naranja de estética bondage entre cadenas que hubieran hecho las delicias del Marqués de Sade.

Los huéspedes de las habitaciones están conectados en el exterior por un pasillo de madera por lo que entablar una conversación e incluso compartir un cóctel con tus vecinos en las mesas o espacios habilitados para este fin (como una sala invernadero comunal con plantas medicinales llamada The Greenhouse) es factible si vas predispuesto al encuentro.

Invernadero del hotel.The Mandrake

Estas terrazas públicas han sido diseñadas mediante una combinación de ratán, plantas y estampados tropicales, inspirados en los años 70. El renacimiento del ratán se consigue gracias a las peacock, las míticas silla del siglo XIX, que fueron parte del mobiliario típico utilizado en las colonias francesas del Pacífico Sur y tiene un alto componente erótico en el imaginario colectivo por obra y gracia de Sylvia Kristel en Emmanuelle.

“El tipo de huésped que acude a The Mandrake es un cliente culto y hedonista. Vienen muchísimos solteros y ya hemos celebrado alguna boda de parejas que se conocieron aquí”, apunta el empresario.

Penthouse.The Mandrake

El hotel también es todo un experimento social. Los primeros días de la semana son “blancos”, para recargar energías y todo está centrado en la espiritualidad y en actividades más tranquilas, pero los fines de semana el lugar se transmuta.

The Mandrake avisa que el bar del patio está abierto hasta tarde y ofrece música en directo y sesiones de DJ de jueves a sábado hasta la 01:00 y de que algunas habitaciones, dependiendo de la zona, podrían verse afectadas por el ruido. Pero ¿qué importa eso si estás en el epicentro de la fiesta?

Restaurante YOPO.The Mandrake

Pero no todo gira en torno a la noche, el “Programa de Bienestar Espiritual”, el primero de su clase en el mundo, propone un viaje cósmico a través de las vibraciones de antiguos gongs y otros instrumentos curativos con la finalidad de liberar el estrés y despertar las energías dormidas a través del oído.

Por la mañana proponen un programa de masajes o de limpieza de aura para llegar de nuevo a la noche con todas las energías renovadas.

Una de las habitaciones del hotel.The Mandrake

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El olor es otro de los puntos fuertes “¿A qué huele The Mandrake?” “A sexo caro”, sentencia Azzi Glasser, perfumista encargada de dotar a las estancias del inconfundible aroma del lugar.

Para su elaboración se han utilizado las esencias más poderosas de la tierra con el fin de atraer los sentidos cuando se huele por primera vez en lo que ella denomina “una fórmula infalible”. El poder de seducción de la esencia de la higuera junto con jazmín, Oud Negro, incienso, mirra y musgos para incrementar el deseo sexual”, explica Azzi.

No te puedes perder: las fiestas temáticas de Halloween de Fustok son las más esperadas de la ciudad.

Baños del hotel.The Mandrake

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