El merveilleux, el pastelito de merengue que tiene a Madrid enamorada

Se llama merveilleux y lo venden en Aux Merveilleux De Fred. Apenas lleva un mes funcionando, pero este nuevo templo de la capital ya causa sensación.
El pastel de merengue que tiene a Madrid enamorada
Piet De Kersgieter

Tanto si te gusta el pastel de merengue como si no, te interesará saber que la calle Mejía Lequerica tiene nuevo vecino. Y es uno que todos miran al pasar, que detiene en seco a transeúntes que quieren ver qué es lo que está pasando tras ese enorme ventanal. Uno donde afanados pasteleros dan los últimos toques a algo que nos hace la boca agua al momento, unos pasteles de merengue tan estéticos como ricos.

El pasado 1 de febrero, llegaba Aux Merveilleux de Fred, una de las pastelerías especializadas más interesantes de Francia y lo hacía directamente al corazón del barrio de Justicia.

Todo empezó con Frédéric Vaucamps, un pastelero natural de Lille, al norte del país vecino. “Empezó su carrera muy pronto, con apenas 14 años. Desarrolló muchos productos a lo largo de su trayectoria, pero hubo uno que se convirtió en la estrella de su pastelería, el merveilleux, un pastel de merengue y nata montada muy especial”, cuenta a Traveler.es Raphael Koskas, uno de los dos socios, que junto a Fred, ha arrancado esta nueva aventura.

Vaucamps abrió en 1997 Aux Merveilleux de Fred, la primera tienda especializada en estos delicados pastelitos. Al tiempo fue añadiendo otros productos típicos de la zona como los brioche y los gofres. Diez años después, empezó a desarrollar la marca a nivel internacional y a aliarse con franceses como él, que quisieran hacer algo genuino fuera de las fronteras galas. El resto es historia, y una muy fructífera, porque ahora ya cuenta con 57 tiendas, 32 de ellas en Francia y 25 más en ciudades como Ginebra, Tokio, Dubái, Montreal, Nueva York o Gante.

Frédéric Vaucamps abrió en 1997 el primer Aux Merveilleux de Fred.EKKOW

Siempre las abre con el mismo modelo. Con un francés, en este caso yo, que me puse en contacto con él diciéndole que me gustaba mucho la marca y que me encantaría traerla a Madrid”, apunta Raphael. Tras curtirse como director financiero del grupo Big Mamma, estaba preparado para el cambio. “A Fred le encantó la idea y junto a Valerie Avernin, que estaba investigando para llevar la marca a México, nos unimos para abrir aquí en la capital”.

Dicho y hecho. Se pusieron a buscar local y el pasado septiembre dieron con una ubicación inmejorable, a pie de calle y en una zona fantástica. “Fred siempre dice que con buenos productos y buena ubicación, la comunicación viene sola”. Y es de lo que hablábamos al principio, que es lo primero que nos entra por la vista, es su obrador, el corazón de este espacio que no tiene nada que esconder, porque todo lo hace de manera artesanal y a la vista de sus clientes, “que pueden ver que todo está recién hecho”.

El resto se articula como un café francés tradicional, con toques de esos que tanto nos gustan de Viena, en definitiva, un lugar de esos en lo que pasar las tardes rodeados de pompa casi versallesca, con suelos de mármol, encimeras de mármol rojo de Alicante, pan de oro, molduras y una lámpara de araña de cristal de bohemia mucho. En definitiva, art de vivre del bueno.

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La vista, después de otear el obrador, se nos va a sus vitrinas, repletas de diferentes delicias, pero entre ellas, esos productos estrella sello de Fred, la clave de su éxito. Y es que los merveilleux son de peregrinaje. Se trata de un pastel de merengue y nata montada como base. Goloso, pero a la vez ligero, con una textura y sabor únicos. Y lo mejor, es que algunos de ellos, los venden en tres tamaños diferentes: mini, individual y como pasteles de cuatro raciones o más.

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EL PASTEL DE MERENGUE QUE PRIMERO FUE DE CHOCOLATE

El merveilleux en un principio era de chocolate. Pero se trataba de un producto tan versátil, que decidieron jugar con él, añadiendo diferentes ingredientes para dar con seis sabores que responden a seis nombres. Le Merveilleux se termina con chocolate negro, L'Incroyable con speculoos y chocolate blanco, y L'Excentrique con cereza amarena. Por su parte, Le Sans-Culotte añade caramelo, L'Impensable lo hacen con café y Le Magnifique con praliné y almendra.

Son perfectos para probarlos allí o para llevarlos a casa, porque los venden en cajas de 6, 10 o 16 unidades. Imagina la cara de emoción de tus amigos, si lo que llevas como postre a la siguiente quedada, son estas maravillas.

LA OTRA ESTRELLA

La otra gran estrella de esta aventura, son los brioches cramique, también típicos del norte de Francia. “En España encanta el chocolate. En cuando sacamos una hornada de brioches del horno, a los 30 minutos desaparecen”, nos cuenta Raphael. Llegan a preparar la friolera de 500 brioches al día y vuelan. “Nunca reciclamos nada del día anterior. Si al final del día queda alguno los damos a los vecinos, a las personas sin hogar...”. Y es que son una tentación, un bollo de tamaño considerable que puede pedirse bien de chocolate, con azúcar perlado o con pasas.

Todo en esta nueva pastelería es artesanal.Aux Merveilleux de Fred

No menos importantes son sus gofres, al estilo de la región de Flandes. “Son pequeños y rellenos de vainilla de Madagascar, café o azúcar moreno Vergeoise al ron y los preparamos en la vitrina, en una plancha de hierro tradicional, también a la vista del cliente”. Y por supuesto, la bollería, que como buena pastelería francesa, dominan a la perfección y tienen en formato croissant –tanto dulce como salado relleno de jamón y queso o salmón y queso de hierbas–, el pain au chocolat o pan de leche, entre otros.

¿El plan? Pedir un café, un chocolate a la francesa o unos de sus cócteles, que preparan como los merveilleux, con café o chocolate caliente, merengue, siropes y nata montada y disfrutar a lo grande de este coqueto y delicioso nuevo pedacito de Francia en Madrid.

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