Hay dos tipos de viajeros, y como comprenderéis, este dato proviene de una Universidad Completamente Inventada: los que planifican cada momento y creen que despertar a las 7am es necesario en plenas vacaciones, y los que se dejan llevar. Sintiéndolo muchísimo por los primeros (nótese la ironía y por supuesto, posicionándonos claramente en el segundo grupo), lo habitual comienza a ser que los viajeros dejen atrás las escapadas repletas de visitas y los planes agendados para disfrutar de unos días en los que descansar (no vamos a escribir “desconectar para conectar” por respeto a nosotros mismos). ¡Hola, descanso pleno! ¡Hasta luego, fatiga de la decisión!
“Decidir cansa, incluso a los altruistas. Cuantas más cuestiones debamos decidir y más complejos sean los elementos que es preciso considerar, más cansa. Y, lo que es peor, forzar a una persona cansada a que tome decisiones se traduce en un autocontrol deficiente, en un comportamiento más errático a la hora de escoger y, si la situación persiste, a la depresión, la ansiedad o a una mezcla de ambas”, asegura en ‘Maldito trabajo’ Eduardo Vara. El denominado sleep yourism gana posiciones y los planes en los que los spas superan a las excursiones son ahora los más demandados.
NO TE MUEVAS, DESCANSA (PERO DE VERDAD)
“Hemos notado un auge en los últimos años de este tipo de escapadas. Cada vez son más personas las que, dentro de sus vacaciones, reservan una semana para cuidarse y el resto para familia o amigos. Planifican su viaje de forma individual para poder disfrutar de su estancia y cuidarse al 100%, reservando algún programa o bien rutinas detox , antiestrés… De esta forma, esta se convierte cada año en una costumbre”, asegura Marina López, directora wellness de Las Caldas Villa Termal, by Blau Hotels.
Martín Aleixandre Contelles, Commercial Director de Fuerte Group Hotels, asegura que cada vez son más las personas que viajan para huir de la rutina y, para ello, las escapadas individuales pueden proporcionar un espacio para la introspección, la relajación y para recargar energía, lo que a su vez puede ayudar a mejorar el bienestar emocional y mental. “Precisamente, así nace el slow travel, como una forma de viajar que promueve una experiencia más pausada, significativa y sostenible, abogando por la idea de sumergirse en un destino y disfrutar de cada aspecto. Daia Conil Slow Beach Hotel surge como respuesta a esa necesidad del viajero por encontrar un remanso de paz con una oferta diferencial en la zona, que responde a un turismo más relajado, donde encontrar la calma. Se trata de un hotel con alma mediterránea que enseña a respirar al ritmo del mar”, explica Martín antes de añadir que el hotel tiende a atraer a personas que buscan una experiencia más relajada y auténtica durante sus viajes. “Se trata de aquellos que valoran la conexión con la naturaleza, la cultura local, el turismo de bienestar y viajar de forma consciente, comprometidos con el turismo sostenible y responsable con el medioambiente”, dice.
HOTELES DESTINO
Aunque pocas cosas son más esnob que seguir las tendencias, por fin quien desee poder viajar sin apenas salir del hotel tiene la excusa perfecta: está de moda. El lugar elegido para dormir se convierte así en el motivo del viaje, porque, ante el estrés y las agendas desbordadas, poder dormir bien, descansar en paz sin necesidad de haber perdido el oxígeno y apostar por un estilo de vida saludable definen al nuevo lujo. “Es cierto se ha notado, en particular para un destino como Formentera que invita a escaparse de los núcleos urbanos. Mantener un estilo de vida saludable es clave para reducir los niveles de ansiedad y estrés. Los viajeros, en la era del cambio climático, consideren las propuestas slow y los alojamientos con mirada sostenible más atractivo”, explica Marco Schiralli, General Manager de Gecko Hotel & Beach Club.
Al pensar en el hotel como epicentro de operaciones, pensamos en cómo en The White Lotus 2, muchos criticaron que los huéspedes del exclusivo hotel, situado en Sicilia, comieran y cenaran siempre en la estancia vacacional, pero al parecer, la serie estaba siendo visionaria. “El hotel destino antes era visto por algunos como una pérdida de tiempo, pero la nueva forma de disfrutar de la agenda es precisamente dejando atrás las imposiciones y dominando el arte de hacer nada. Sólo de escribirlo, se nos ha puesto la piel de gallina. “Cap Rocat es el hotel destino por excelencia. Pueden pasar varios días en los que el huésped no tenga necesidad de salir del hotel, y muchos ni lo hacen. Ofrecemos multitud de actividades y una buena oferta gastronómica, destacando también los 300.000m2 de territorio y los 2 km de costa para tan solo 30 habitaciones”, dice Antonia Rullan, House Manager de Cap Rocat.
“Este es un resort que ofrece opciones para todo tipo de gustos: huéspedes que buscan relajarse en nuestro wellness, otros que desconectan con el deporte (gym 24 hours, tenis, golf), los gastrónomos que quieren buscan ser sorprendidos con nuestras opciones tanto de comida como de bebida y los clientes que confían ciegamente en nuestro equipo y dejan llevarse por una propuesta personalizada (experiencias en el hotel y por la isla, workshops…)”, explica Azahara Cavanillas, Marketing Director de Kimpton Aysla Mallorca.
Durante las vacaciones, muchas personas sienten ansiedad al ver que la agenda no está repleta de actividades, por lo que entra en juego la ociofobia. En una sociedad que castiga el descanso y que vive inmersa en la productividad que incluso ahoga al tiempo libre, conseguir no hacer nada se torna tan complicado como no comer demasiado en el buffet del desayuno (dice la que escribe mientras se desabrocha el botón del pantalón por culpa de su última escapada y de esos deliciosos huevos revueltos bañados en mantequilla), por fin triunfan los planes en los que el bienestar es lo que se estila. ¿Una escapada al spa? Perfecto. ¿Un masaje o una excursión por la montaña? Mejor el plan que involucra aceites corporales y las fuertes manos de una fisioterapeuta que pone música chill out.
HOMBRES, WELLNESS Y VICEVERSA
Hablamos con el equipo de Six Senses Ibiza, el hotel ibicenco que cuenta con inigualables experiencias de bienestar, longevidad, gastronomía y sostenibilidad, demostrando as que la más fiestera de las Islas Pitiusas no sólo tiene ese alma disco, sino también zen. “Nuestro hotel tiene una oferta muy amplia, ya que puedes elegirlo por focos muy distintos. Puedes elegir el resort para disfrutar del vibe de la isla de Ibiza, o elegirlo por una amplia oferta del bienestar, ya que no sólo existe la opción de elegir el resort por toda la oferta wellness, que incluye charlas y retiros con los mejores expertos en bienestar tanto locales como internacionales. Además, los programas de bienestar de Six Senses Ibiza te ofrecen la oportunidad de diseñar tu propio retiro y venir a una estancia de 3, 5 o 7 noches, y hacer un programa completo de lo que elijas: sleep program, detox program o programas más enfocados a actividades como yoga o pilates, combinando estos programas de bienestar con tratamientos de RoseBar y sesiones de nuestro wellness Weekly calendar, como son las terapias de sonido, clases de fitness o clases de pilates”, explica el equipo del prestigioso hotel.
Ver fotos: los 31 mejores hoteles para ir en familia
Azahara Cavanillas asegura que cada vez más hombres se interesan por el wellness. Aclara que sin embargo, sus tratamientos son personalizados y hechos a medida para cada cliente, independientemente del sexo. Coincide con Martín Aleixandre Contelles al hablar de un cambio respecto al cliente wellness, pues asegura que aunque esta pueda parecer una tendencia asociada a las mujeres, cada vez hay más personas buscando en sus viajes este tipo de experiencias. Tanto, que el turismo de bienestar en el hombre ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Por su parte Marina López explica que sus huéspedes acuden a Las Caldas a recuperar energía, conectar con la naturaleza y disfrutar de sus tratamientos y circuitos termales. “Nuestro perfil de huésped es aquel que busca una experiencia wellness en su más amplio sentido de la palabra”, añade.
Piscinas climatizadas, sesiones de yoga al atardecer o por qué no, sencillamente leer un libro bajo el sol sin tener que prestar atención a horarios ni a una agenda repleta de planes es la filosofía vacacional fetiche de quienes se han hartado de que las vacaciones funcionen a golpe de Excel. Si la vida siempre es cuadriculada, que al menos los días de descanso no tengan que encajar en cuadrícula alguna, ¿no?
