Es hora de dejar atrás a Ken… y a Barbie. El chicle rosa se ha estirado mucho (y bien que siga estirándose), pero para Ryan Gosling ha llegado el momento caer… literalmente. En El especialista (estreno en cines 26 de abril), el actor se convierte en un doble de acción, en el tipo que se cae, que se tira, que se deja disparar, que se moja… Esa parte fundamental del cine a quienes nunca vemos el rostro porque su cara es la de las estrellas famosas que esperan cómodamente sentados a que los especialistas se la jueguen.
“Esta es la oportunidad de reconocer, por fin, el trabajo de los dobles, de intentar hacerles un poco de justicia por su increíble contribución al cine”, dijo el propio Gosling en el estreno mundial del filme en el festival de Austin. El especialista es un homenaje a todos esos hombres y mujeres a quienes los espectadores no deberíamos ver… por aquello de mantener la magia del cine.
Detrás de este homenaje está, claro, alguien que empezó como especialista en la industria, David Leitch, reconvertido hoy en director de cine de acción (Bullet Train). La idea era hacer un remake de la serie de los años 80 The Fall Guy, con Lee Majors, y con la que, en inglés, el filme comparte título. De la premisa, un doble de día, un cazarrecompensas de noche, se alejaron pronto para añadirle dosis de comedia y romance. Es decir, para construir un perfecto vehículo de entretenimiento protagonizado con una pareja de moda y llena de química, Gosling y Emily Blunt. Los protagonistas del Barbenheimer ahora son pareja… o casi.
La reconquista del amor de Blunt, interpretando a una directora ante su primer gran filme de acción, es lo que lleva al personaje de Gosling hasta Sídney, Australia. El cine dentro del cine. Estamos en un rodaje, en un set. Y con tanta explosión, vuelta de campana y persecución necesitaban un lugar que, en un vistazo, fuera reconocible, con protagonismo, pero sin robárselo a los actores ni a la pirotecnia.
Rodada en el verano austral, entre finales de 2022 y principios de 2023, la producción eligió esas fechas para conseguir una luz específica. Querían días dorados, atardeceres y amaneceres. Aunque, según cuentan, el impredecible tiempo de Sídney les jugó alguna mala pasada, complicaciones para un proyecto que buscó principalmente localizaciones naturales y exteriores, evitando platós y pantallas verdes, acción real, muy real.
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El especialista mantuvo la ciudad en jaque algunos días. Rodaron en puntos tan reconocibles como la Ópera de Sídney, donde tiene lugar una de las escenas más movidas (y divertidas) del rodaje de la película dentro de la película, Metalstorm se titula.
Rodaron en el puente de la bahía y Bligh Street. El Sydney Harbour Bridge, uno de los lugares más asociados a la ciudad en un simple vistazo, sólo pudieron clausurarlo para el filme durante cuatro horas. Cuatro horas en la que arrastraron a Gosling (y su doble, Keir Beck) dentro de un contenedor. Hicieron falta 50 pilotos especialistas para coordinar la escena y garantizar la seguridad de todo el mundo implicado en ella.
Otra de las secuencias más comentada, la persecución de coches en la playa, escena de esta película dentro de la película, se rodó en Boat Harbour Park, cerca de Kurnell, una estrecha y larga lengua de arena, muy plana, en la que hay que esperar el momento exacto de las mareas para que el terreno permita a los coches ir a casi 130 km/h antes de ser disparados hacia el aire y comenzar a dar vueltas de campana. El especialista de Gosling en esta acción, Logan Holladay, consiguió batir el récord Guinness al dar ocho vueltas y media, una y media más que el anterior récord, conseguido por Adam Kirley en Casino Royale (2006).
Y, por cierto, atentos a esa playa porque en seguida la veremos de nuevo en pantalla grande, aunque convertida en un páramo desértico y postapocalíptico: por allí estuvieron Chris Hemsworth y George Miller rodando la próxima Furiosa: De la saga Mad Max. Australia ha sido, es y siempre será lugar de acción… cinematográfica.
Cerca de esas playas construyeron los grandes sets extraterrestres que son parte del decorado de Metalstorm y para los que se inspiraron directamente en la Ópera de Sídney y “el espíritu del modernismo desde los años 20 a los años 70 del siglo XX”, explica su director de arte, David Scheunemann, un futurismo temprano que los amantes de la arquitectura reconocerán “con influencias de arquitectos como Oscar Niemeyer, Le Corbusier y Jørn Utzon, y visionarios como Syd Mead, Chris Foss y H. R. Giger”.
