Los mejores lugares del mundo para aprender a bucear

Aprendemos a explorar un mundo paralelo, el submarino, donde la magia y la tranquilidad se fusionan en una sola experiencia.
Sello JacquesYves Cousteau.
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¿Cuáles son los mejores lugares del mundo para aprender a bucear? es una pregunta que se hace la inmensa mayoría de aquellos que prueban el arte del buceo, ya que quedan enganchados para siempre. Describen la experiencia de ahondar en los secretos de las profundidades marinas como algo prácticamente místico. Allá abajo, el silencio es casi absoluto, tan solo interrumpido por el burbujeo al respirar. Esa calma se une a una placentera sensación de ingravidez y a la excitación de estar descubriendo un mundo totalmente nuevo y, literalmente, oculto a los ojos de los seres humanos.

En los arcaicos mares y océanos, seres de otro tiempo sobreviven –como buenamente pueden– al caos, la contaminación y el resto de destrozos que causamos en la superficie. Otro mundo que pide ayuda contra los plásticos, el cambio climático y los vertidos contaminantes. Otro mundo que debemos cuidar.

Buceador junto a un pecio.

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Y para fomentar ese sentimiento de querer cuidar algo, no hay nada como conocerlo a fondo. Bucear con botella es algo fascinante, pero, a diferencia del snorkel, requiere cierto aprendizaje y práctica previa, además de un certificado.

La titulación mínima para poder practicar buceo autónomo –ya sea por cuenta propia o utilizando los servicios de un centro de buceo autorizado– es el Open Water Diver, que nos permite bajar hasta los 18 metros de profundidad.

Hay algunos destinos del mundo en los que aprender a bucear es realmente especial. Estos son algunos de los más recomendados:

Koh Tao.

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KOH TAO, TAILANDIA

Durante las últimas décadas, la fama turística de Tailandia ha crecido de manera desmesurada. Con el tiempo, se ha convertido en un destino con muy buenas infraestructuras y una calidad-precio casi imbatible, lo cual, unido a su innegable belleza paisajística y una gente extremadamente hospitalaria –aunque este factor ha comenzado a resentirse en las áreas a las que ha llegado el turismo masivo– han creado un aura de vacaciones perfectas.

Entre las muchas islas tailandesas anheladas por los viajeros, hay una que reúne a aprendices de buceadores llegados de todos los rincones del planeta: Koh Tao. En ese pequeño paraíso insular existen decenas de escuelas de buceo donde podemos conseguir la titulación Open Water Diver a precios realmente económicos.

Además, durante esos bautismos de buceo podremos disfrutar de impresionantes arrecifes de coral habitados por especies como las rayas y los tiburones ballena, además de tortugas carey y tortugas verdes.

El ambiente festivo y relajado de la isla es otro de los incentivos para los aprendices de buceador.

Esponja roja en Utila.

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ISLA DE UTILA, HONDURAS

La hondureña isla de Utila, salvando las distancias –sobre todo la geográfica–, guarda ciertas similitudes con la tailandesa Koh Tao. Se trata de un lugar donde la vida se desarrolla a un ritmo tranquilo, con buenos sitios para tomar algo, un bello paisaje y, por supuesto, un buen número de centros de buceo asomándose a sus calles principales. En ellos nos ofrecerán cursos de aprendizaje de buceo a precios realmente buenos.

En las aguas caribeñas que rodean Utila, habitan, entre otras, distintas especies de tiburones –como el martillo y el nodriza–, rayas águila y algunas ballenas.

Otra buena isla cercana donde conseguir la titulación es Roatán. Sin embargo, al estar más desarrollada, los precios serán algo más elevados.

GP9XD8 Turtle and tons of fish in GalapagosLuiz Puntel / Alamy Stock Photo

ISLAS GALÁPAGOS, ECUADOR

Este paraíso de la biodiversidad se ha constituido, durante los últimos años, en uno de los mejores lugares del mundo para aprender a bucear. En las Galápagos distintas compañías realizan cursos en los que sus clientes pasan varios días a bordo de embarcaciones que sirven de hogar y centro de aprendizaje al mismo tiempo.

Conseguir la titulación de Open Water Dive mientras exploramos la vida, tanto submarina como terrestre, que conoció el gran Charles Darwin, es algo que deja una huella imborrable en cualquier buceador principiante.

Hurgada, en la costa del mar Rojo.

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HURGADA, EGIPTO

El mar Rojo es otro de los mejores destinos del mundo para los amantes del buceo. Hurgada es una urbe que se extiende a lo largo de más de 40 kilómetros de su costa. Allí, además de resorts, bares, restaurantes, playas y clubes nocturnos, también se hallan un gran número de escuelas de buceo.

Adquirir el certificado de buceo en Hurgada ofrece una gran relación calidad-precio. Las aguas en las que se realizan las primeras inmersiones presentan una colorida vida, multitud de naufragios y una magia especial, que no puede ser encontrada en el Mediterráneo.

Gran Barrera de Coral.

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ISLA MAGNÉTICA, AUSTRALIA

Para muchos, una de las principales razones para aprender a bucear es llegar a sumergirse en el ente vivo más grande y colorido de nuestro planeta: la Gran Barrera de Coral australiana.

Con ese objetivo en mente, la isla Magnética atrae –como no podría ser de otra manera con tal nombre– a un buen número de buceadores principiantes cada año.

Los precios, para los estándares australianos, son bastante asequibles y el equipo de instructores de las agencias que trabajan en la isla poseen una fama realmente buena. Además, posee varios puntos de buceo de gran calidad, en aguas relativamente poco profundas.

Los buceadores más experimentados podrán explorar algunos naufragios y practicar el buceo nocturno.

De regreso a la superficie de la isla, nos espera una flora espectacular, más de una veintena de playas y las famosas fiestas de la Luna Llena, en la que miles de jóvenes lo dan todo aullando a nuestro único satélite natural.

Tiburón ballena en Cebú.

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CEBÚ, FILIPINAS

Durante los últimos años, Filipinas está tomando el relevo de Tailandia como destino auténtico y virgen en el Sudeste Asiático. Sus más de 7.000 islas han llamado la atención de aquellos que van buscando nuevos paraísos en los que no tengan que toparse con un 7 Eleven en cada esquina, cuando quieren perderse en vírgenes playas de aguas de colores imposibles.

La isla de Cebú es una de las más famosas entre los buceadores. Alrededor de la misma existen decenas de puntos de inmersión en los que poder disfrutar de arrecifes de coral y un sinfín de especies marinas. Además, la temperatura y visibilidad de sus aguas son ideales, y el precio de los cursos es un auténtico regalo.

Islas Maldivas.

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ISLAS MALDIVAS

Mundialmente famosas por sus atolones perfectos y sus aguas azul celeste, las Maldivas han sido la meca del buceo durante años. Aprender a bucear aquí es más caro que en otros destinos, pero las recompensas hacen que la inversión merezca la pena. Los centros de buceo profesionales de Maldivas ofrecen niveles muy altos de enseñanza.

Aunque brinda la oportunidad de realizar la inmersión en lugares más remotos, lo más recomendable es utilizar los atolones del norte o del sur de Malé, la capital, como base para aprender, dejando algunos de los atolones exteriores para sumergirnos una vez que adquiramos un nivel más avanzado. En ellos se pueden admirar peces payaso y mariposa, tiburones nodriza, distintas especies de tortugas, mantas gigantes e incluso tiburones ballena, que suelen aparecer muy cerca de la superficie.

Buceo en El Hierro.

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EL HIERRO Y TENERIFE, ISLAS CANARIAS, ESPAÑA

Y, por supuesto, también podemos aprender a bucear en nuestro país. Para ello, lo mejor es viajar a las islas Canarias. En ellas, Tenerife es un lugar ideal para el bautismo del buceador, pues cuenta con unas infraestructuras inmejorables. Sus aguas, cálidas y claras ofrecen unas condiciones óptimas para el buceo durante todo el año. Hay una buena variedad de puntos de buceo, en los que se pueden encontrar desde rayas a tortugas, pasando por algunas especies de tiburones. Y cuenta con un buen número de prestigiosas escuelas especializadas.

Por otro lado, la isla de El Hierro, declarada Reserva de la Biosfera y Geoparque, es un auténtico paraíso natural que invita a la desconexión más absoluta. Y también a aprender a bucear.

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En el sur de la isla nos espera el mar de las Calmas, donde los vientos alisios permite realizar inmersiones sin oleaje a más de 30 metros de profundidad, disfrutando de gran visibilidad.

Las mantas visitan la isla durante el verano, mientras los tiburones ballena, martillo y solrayo se dejan ver ocasionalmente. Lo mismo ocurre con los zifios, unos cetáceos similares a los delfines.

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