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Reseña: Mandarin Oriental, Costa Navarino, Pilos, Grecia

Una idílica sucesión de villas con piscina integradas en un paisaje de ensueño, con vistas al mar.
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Photos

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Amenities

bar
Playa
Familiar
Wifi gratis
Gimnasio
Para niños
Piscina
spa

Habitaciones

99

Costa Navarino, una zona costera privada ubicada en Mesenia, en la periferia del Peloponeso, ya tiene fama por sus dunas, sus bahías secretas, sus excelentes campos de golf y sus resorts familiares, pero el primer hotel de Mandarin Oriental en Grecia ha conseguido traer algo novedoso incluso a este entorno paradisiaco. Con sus increíbles vistas de la costa, el resort se integra de forma orgánica en las colinas, y por sus jardines y villas con piscina, coronadas por hierba, arbustos aromáticos y flores silvestres, revolotean infinidad de mariposas. Las 51 suites y 48 villas son amplias, y hasta las más básicas se pueden conectar entre sí para alojar a familias enteras.

Las creaciones de artesanos locales asoman por todas partes, desde las cabeceras de madera con celosía hasta el chocolate ecológico con sabor a tomillo. La terraza del restaurante Oliviera, con su aroma a lavanda, es el lugar perfecto al que ir a disfrutar de un buen desayuno griego, con delicias como el pastel de leche o el yogur casero con pistacho y miel de panal.

En el restaurante mediterráneo Tahir se sirve un babaganoush de textura perfecta, y la barra omakase de Pizza Sapienza impresiona a sus comensales con sus pizzas hechas con masa de 48 horas de fermentación, cocinadas al horno de leña y rematadas por flores de calabacín frescas y verduras locales con nduja.

El spa, con un precioso diseño de tonos neutros con ocasionales detalles en amarillo intenso, cuenta con una enorme piscina y gimnasio interior y exterior, donde los huéspedes podrán recuperar energía con kombucha de pimienta y jengibre. Este resort es ideal para cualquier edad: con los cuatro campos de golf de Costa Navarino muy cerca, su academia de tenis, su amplia variedad de deportes acuáticos disponibles y su nuevo club infantil gratuito, bien equipado con juguetes de madera, todo el mundo tendrá con qué entretenerse. Gracias a su excelente director, Raul Levis, este lugar tiene alma propia. Desde 997€.

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