‘Hygge Home’, cómo encontrar el bienestar en tu hogar (tal y como lo harían los daneses)

Seguramente habrás escuchado ya la palabra Hygge, un termino propio de Dinamarca que para los daneses es más que un estilo de vida. Hygge no es comprar un mueble bonito, ni todo el conjunto Hemnes de Ikea para tu habitación, Hygge es encontrar la felicidad y el bienestar en las pequeñas cosas, no es necesario, por tanto, vaciar tu cartera ni hipotecarte en la casa de tus sueños. Con una taza y una manta que te resulten acogedoras es más que suficiente. Pero, vayamos por partes…

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Meik Wiking es el autor del bestseller Hygge, del que ya te hemos hablado en varias ocasiones en Traveler.es, en su primer libro abordó todo lo que engloba el concepto: el diseño de interiores y exteriores, la disposición de los muebles, la creación de zonas verdes en las ciudades, la arquitectura… Todo ello influye en nuestra salud y son factores que los daneses tienen muy en cuenta en su día a día.  

Hygge es un valor más en la cultura danesa, tanto que han pedido que se incluya dentro de la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. El 2016, el Ministerio danés de Cultura preguntó a los daneses cuáles eran los 10 valores, tradiciones y corrientes que más habían moldeado Dinamarca en los últimos años. Libertad, confianza, estado del bienestar fueron algunos de los que salieron, y también Hygge. 

Pero, ¿qué es y cómo se puede explicar? Para el autor del nuevo libro Hygge Home, Meik Wiking, es una sensación de confort y placer, un ambiente que se basa en la forma de estar con los demás, en el estado de ánimo del encuentro y en las emociones que transmite el espacio físico. 

“Para Dinamarca es muy importante este concepto. Ha existido en el idioma danés durante siglos y es un elemento clave en nuestro ADN y cultura nacional”, explica el autor en una entrevista para Traveler.es.

Las investigaciones de Meik le llevaron a crear The Happinness Research Institute, una organización independiente que investiga sobre la felicidad de forma global. No es casualidad que Dinamarca lidere año tras año los rankings del Informe Mundial de la Felicidad y, que tras la publicación de sus libros, se quiera conocer qué hay detrás de la felicidad danesa de la que todo el mundo habla. 

UN PAÍS QUE AMA SU HOGAR

El secreto podría ser tan simple como que los daneses adoran estar en su hogar y disfrutar de él. “Mientras que otros países destacan por una cultura en la que sociabiliza predominantemente en bares, restaurantes y cafeterías, los daneses prefieren hjemmehygge (un hogar hygge). Puede ser porque salir en Dinamarca es relativamente caro o porque los daneses son, por lo general, gente introvertida y se sienten más cómodos en entornos conocidos”, explica en su libro. 

Los hogares tienen que ser espacios cómodos, por muy pequeños que sean, donde sentirnos seguros cuando cerramos la puerta. Por eso, en su nuevo libro da consejos simples que revelan lo que hace que un hogar feliz funcione, más allá del presupuesto o del espacio. 

“Nuestro hogar impacta en cómo nos sentimos y cómo actuamos. En The Happinness Research Institute hicimos un gran estudio para comprender qué caracteriza un hogar feliz. Preguntamos a más de 13.480 personas en diez países europeos, incluido España, para saber cómo de felices eran y cómo de contentos estaban en sus casas. Descubrimos que alrededor del 15% de su felicidad general está influenciada por su hogar, y eso fue incluso antes de la pandemia. Y ahora pasamos más tiempo en nuestros hogares que antes... Hygge es todo lo que convierte tu casa en un hogar: es el olor de la buena comida, el sentido de pertenencia y el sonido de la risa”, nos cuenta a Traveler.es Meik. 

Un buen punto de partida, siguiendo sus consejos, puede ser practicar hygge este otoño e invierno. “Los daneses tienen hygge durante todo el año, pero lo utilizan como estrategia de supervivencia para los meses más oscuros”.

CÓMO PONERLO EN PRÁCTICA

Ahora ya sabemos qué es, pero ¿cómo lo ponemos en práctica? Para ello, tenemos que crear un ambiente cálido, tan solo con una vela que te guste puede ser suficiente. 

"Uno de mis propios recuerdos de un momento hygge fue hace unos años cuando estaba pasando un fin de semana con unos amigos en una vieja cabaña de Suecia. Cuando se puso el sol, alrededor de las cuatro de la tarde (no volveríamos a verlo durante 17 horas), nos dirigimos adentro para encender el fuego. Estábamos todos cansados ​​y medio dormidos, sentados en semicírculo alrededor de la chimenea, vestidos con grandes jerséis y calcetines de lana. Los únicos sonidos que se escuchaban eran el estofado hirviendo, las chispas de la chimenea y alguien tomando un sorbo de su vino caliente. Entonces uno de mis amigos dijo: “¿Podría ser más hygge?”. "Sí", respondió una de las chicas. "Si hubiera una tormenta". Hygge es también una sensación de seguridad en un mundo turbulento".

Puede ser que cuando empieces a pensar en Hygge se te active la alarma de “necesito comprar esto”, pero esa no es la filosofía. La riqueza no se mide por el tamaño de la cuenta bancaria, sino por la fuerza de los lazos afectivos, por la salud de tus seres queridos y el sonido de un cocido a fuego lento. Y, por supuesto, es un concepto de bienestar factible tanto para los que viven en grandes ciudades como en pequeños pueblos. 

Busca un lugar que te inspire en tu hogar y conviértelo en tu refugio. ¿Qué puedes necesitar? Un sillón agradable, una alfombra en la que hundir tus pies en invierno ('¡esto es muy hygge'!), focos de luz que te hagan sentir bien, algo de madera, un libro, una taza de café recién hecho… O simplemente un rato de risas y galletas junto a tus amigos sin planes ni relojes. 

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