Lleva un tiempo, pero al final sucede. En el neoyorquino Hotel Seagram’s dejarás de ser quien los demás dicen que seas para transformarte en quien realmente quieres ser.
Y solo consiste en ir conectando con la energía liberadora que se respira en la ciudad de Nueva York hasta que ¡clic!, se caiga la máscara. Y entonces ¡podrás ser tú mismo!
Pero póngamonos en situación, porque cuando uno sale de su entorno –normalmente– suceden este tipo de cosas... Pero… ¡ay! no estamos yendo en cualquier dirección. Vamos hacia la ciudad que nunca duerme… y suena “My Way” de Frank Sinatra…
Y ahora sí. Ahora que acabas de llegar, desde tu taxi abres la ventanilla y empiezas a respiras otro ritmo, una nueva vibración. La gente no mira. A nadie le importa. Y el aire sobre tu rostro te va animando a que tu imaginación se dispare, a que vuele por los aires. Lo percibes, lo sientes. Esto es Nueva York y aquí la gente es libre, no tiene prejuicios y sobre todo, no tienen miedo a ser quienes realmente quieren ser.
Poco a poco, este espíritu se va apoderando de tu mente y de tu cuerpo. Y así, burbujeante de sensaciones, el taxi se detiene en la entrada principal de tu hotel. El Hotel Seagram´s te da la bienvenida.
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No es por casualidad que te has detenido aquí. Estas puertas giratorias serán el comienzo de tu viaje iniciático. Porque aquí, en este hotel tu nuevo yo comenzará a mostrar su verdadero rostro. Y desde la punta de los dedos del pie hasta la coronilla, te sentirás distinto… una nueva energía, que empiezas a vivir… como si nadie te conociera.
Te acercas al mostrador. Efectivamente, no te observan. Pero antes de que puedas decir nada, te piden un favor: Quemar la maleta que traes, antes de hacer el check-in. ¿Quemarla? Sí, tu maleta representa todo lo antiguo que traes contigo, esos viejos hábitos, todo aquello que te lastra y que va a arder en las llamas de un fuego purificador.
A partir de este momento, lo harás a tu manera y serás como realmente quieres ser sin importarte lo que el resto piense de ti. ¡Ha llegado el momento!
Porque en tu vida sueles ir con ese piloto automático, que te agota, obligado a tomar tantas decisiones superficiales que te terminan cansando y te impiden ser fiel a tu esencia.
Es hora de que tomes tu camino y conectes con el espíritu de Nueva York, ese que deja aflorar lo que sientes en tu interior. Porque ¿sabes que son estas decisiones las que forjan nuestra libertad? Las importantes, las que casi no encuentran por dónde asomarse a tu vida porque en ella existen demasiados convencionalismos.
Y por eso has llegado hasta aquí: al Hotel Seagram´s. Ya era hora. Aquí nadie juzga a nadie.
¿Y sabes lo bonita que es la vida cuando se vive como a uno le da la gana? Vive como si nadie te conociera.