Cowley Manor: Alicia en el hotel de las maravillas

Fue aquí donde Lewis Carroll vio pasar a un conejo que inspiró su apresurado personaje en Alicia. Convertido hoy en hotel, Cowley Manor es pura historia de Inglaterra.
Cowley Manor  fue construido en 1855 en el sitio de una casa de principios del Siglo XVII junto a la pequeña iglesia...
Mr. Tripper

Charles Dogson paseaba de la mano de una niña por los jardines ondulantes de la rectoría de Cowley, hoy Cowley Manor, cuando un conejo sorprendido se ocultó velozmente bajo un seto. Dogson no era otro que el mismísimo Lewis Carroll y la pequeña una tal Alice Liddell, la protagonista de Alicia en el País de las Maravillas. El personaje del Conejo Blanco se gestó tras aquel encuentro, el edificio actualmente es un hotel y el resto ya es historia.

A lo largo de 22 hectáreas de paisaje idílico, el grupo francés Experimental presenta su nueva criatura, el hotel Cowley Manor. La mansión de los Cotswolds que perteneció a los Reyes de Inglaterra y que durante la Guerra Mundial sirvió de refugio antiaéreo, alberga hoy 36 originales habitaciones de camas baldaquino y decoración en terracota.

En Cowley Manor hay un conejo-cabeza en latón en la puerta de cada habitación y puertas que no llevan a ninguna parte.Laura Cano

Dorothée Meilichzon es la artífice de los impactantes interiores que se plantean como una recreación del mundo fantástico de la obra del escritor. A través del espejo, la segunda parte de Alicia en el país de las maravillas, fue concebida como una partida de ajedrez que la niña libra contra la Reina Roja. En Cowley Manor, el patrón del tablero en textiles, paredes, y corazones aparece en lámparas y escaleras. Como el conejo que desaparece en la madriguera, en las alfombras Hartley & Tissier que revisten los pasillos, se esconden patrones de cerraduras, orejas de conejo, corazones y picas. En las estancias, encontramos esculturas y tiradores de conejo e incluso cerraduras y puertas que no llevan a ninguna parte. Los espejos son otra constante en la decoración de las habitaciones.

Habitación de Cowley Manor.Mr. Tripper

La diseñadora ha querido jugar con este elemento cuando ha ideado la decoración de las habitaciones “Creo que el espejo es lo más importante de una habitación”, afirma Dorothée.

Cuando llegó a Cowley, la interiorista encontró que los paneles de madera originales del comedor habían sido calcinados, así que planteó un arduo trabajo de restauración para devolverles su color original. Lo clásico y la modernidad se fusionan en el trabajo de la francesa mediante el contraste de piezas más clásicas con mobiliario de los años 70 que armonizan con las sillas de hierro con cojines tapizados en diminutos patrones geométricos.

Exteriores de Cowley Manor, uno de los cisnes residentes y a la derecha el Suken Garden.Laura Cano

EL JARDÍN DE LAS FLORES VIVAS

Lewis Carroll visitó la mansión ubicada en Gloucestershire, en el corazón de los Cotswolds, en varias ocasiones durante la década de 1870, tomando prestado su entorno para recrear el País de las Maravillas. Durante sus estancias disfrutaba de largos paseos por los exuberantes jardines en busca de inspiración, lo que se tradujo en numerosos poemas y juegos de palabras.

Los exteriores de Cowley Manor se remontan al siglo XIX cuando se plantó tierra fértil con ginkgo biloba, cedro azul del Atlas, grandes secuoyas y cipreses. Los jardines son una estudiada mezcla de estilos paisajísticos, desde los intrincados laberintos de setos en Suken Garden, hasta el sereno estanque de reflejos turquesa frente al edificio principal. “Este azul es debido a un tipo de arcilla que solo hay en los Cotswolds”, explica David Masters, el diligente jardinero de la propiedad.

La sala principal es una mezcla de estilos con sofás azul eléctrico. Obras de arte y mesas de piedra de lava hechas a medida para la diseñadora, con sofás y taburetes en telas Pierre Frey y Rubelli.Mr. Tripper

Masters se remonta a este pasaje de Carroll mientras nos conduce por los intrincados senderos del jardín y se acerca a las flores como si realmente estas pudieran hablar. Más abajo una escalinata, una escalera de agua con siete gárgolas y un lago habitado por una pareja de cisnes.

La tradición de poseer cisnes reales se remonta siglos atrás y está ligada a la monarquía británica. Desde la Edad Media, los cisnes han sido considerados una propiedad real y patrimonio cultural del país. La Ley de Cisnes de 1482, ordenanza medieval aún en vigor, establece que todos los cisnes que nadan en las vías fluviales inglesas son propiedad de la Corona y gozan de protección legal especial.

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No solamente los cisnes, Cowley Manor es el hogar de una amplia variedad de flora y fauna como el Martín Pescador o tres especies diferentes de libélulas. Incluso si andas un poco más allá de la propiedad podrás encontrar una granja de llamas. En primavera, los parterres son una explosión de color de tulipanes, narcisos y jacintos, mientras que la floración de los rosales en verano es espectacular. “Cada estación tiene su encanto, son cuatro jardines diferentes”, comenta Masters.

El restaurante de Cowley Manor es un homenaje a la Reinas del cuento con lámparas en los laterales en forma de corazón, estampados de ajedrez Zoffany, cerámica Tibor y sillas Vico Magistretti, icono del diseño industrial.Mr. Tripper

UN RESTAURANTE CON CHEF PROPIO Y LOS MEJORES CÓCTELES DE LOS COTSWOLDS

El grupo Experimental no podía olvidarse de sus inicios como diseñadores de bares de cócteles. La carta sorprende con reinvenciones del Old Cuban, o el favorito de Cowley Manor, el Saint Germain Des Prés, con ginebra de los Cotswolds, pepino y flor de sauco.

Es el propio chef, Jackson Boxer, nieto de la escritora gastrónomica Arabella Boxer y hermano de Frank, (cerebro del Frank's café), el que sintetiza la cocina moderna e inventiva de Londres y París, con los extraordinarios productos de los Cotswolds y de su propio huerto de verduras y colmenas. Imprescindible probar la sopa de lentejas y espinacas picantes, los Taglioni de langosta de Cornualles o el pollo asado de los Cotswolds con castaña y trufa.

Además, un spa con varias piscinas, biblioteca y varias salas de estar, Experimental ha creado un portal en el tiempo donde no te extrañe vislumbrar unas orejas de un conejo blanco corriendo apresuradamente, mirando su reloj y lamentándose por llegar tarde.

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