Cerro Almodóvar, las mejores panorámicas de Madrid

Un paseo por Vicálvaro para caminantes, ciclistas, fotógrafos y geólogos.
Torres de Madrid
Jose Angel Izquierdo Cano

En el distrito de Vicálvaro, haciendo frontera con el de Vallecas, encajonado entre las autopistas A-3 y M-45, se alza en el sureste de la ciudad de Madrid el Cerro Almodóvar. Un pequeño pulmón verde entre carreteras, polígonos industriales y bloques de pisos donde dar un respiro y, además, alcanzar unas espectaculares panorámicas de la capital.

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El sitio tiene además un especial interés geológico, puesto que hay canteras de sepiolita en sus alrededores y minerales como sílex, calcedonia, resinita, ópalo blanco o calcita espática en su cima.

A la sombra de un pinar.

Jesús Casañas

CÓMO LLEGAR

Para llegar en coche (no debemos confundirnos con el Parque Cerro Almodóvar que hay en Carabanchel) lo mejor es coger la A-3 y aparcar en la calle Cerro Almodóvar (paralela a la nacional), junto al colegio y el polideportivo homónimos. En transporte público lo que más cerca nos deja es la estación de tren de Santa Eugenia (líneas C2 y C7 de cercanías). Claro que también podemos ir en bici por el anillo verde ciclista, que pasa relativamente cerca (de hecho, el sitio es ideal para pedalear).

Una vez allí, enfilamos la subida (unos 15 minutos en total a pie) desde la rotonda, donde el camino más ancho y evidente se nos marca con un par de pivotes, tras unas pequeñas escaleras. En esta primera parte tendremos la sombra de un pinar, donde además hay dispuesto algún merendero donde echar el día. El resto del trayecto nos dará el sol, así que conviene echar protección.

Existen diversos caminos entrecruzados bien definidos que llevan hasta la cima, podemos elegir el que nos pida el cuerpo. No hay pérdida: tenemos que llegar al alto más alto que vemos en el parque. Nosotros optamos por ladear una primera loma por su parte izquierda y después girar a la derecha, al llegar a la torre de luz, por un sendero que nos marca la subida con pivotes a ambos lados.

Sendero de subida.

Jesús Casañas

LAS VISTAS

La subida la hacemos a las bravas, en línea recta, empinada pero eficaz. Un pequeño esfuerzo que se verá recompensado en lo alto, con las impresionantes panorámicas de 360º que tenemos de la ciudad. Se ve prácticamente entera. Mirando al norte (en la dirección por la que hemos subido), al fondo del skyline no nos costará reconocer el Pirulí (Torrespaña), las Torres KIO (Puerta de Europa) o las Cuatro Torres Business Area (CTBA), con la sierra de Guadarrama detrás.

Al sur también se ve hasta donde alcanza la vista, y podremos reconocer el Cerro de los Ángeles de Getafe entre otros muchos puntos. Es el momento de sacar nuestra cámara de fotos, objetivo y trípode y echarle imaginación (o con nuestro móvil, en su defecto). También podemos subirnos unos prismáticos, o simplemente disfrutar de las vistas con nuestros propios ojos.

Cerro Almodóvar, MADRIDCedida a Condé Nast Traveler

En este alto veremos un vértice geodésico instalado en 1974, a 726 metros sobre el nivel del mar (Madrid está a una altitud media de 657 metros). En su borde podemos sentarnos a descansar el rato que nos apetezca, antes de enfilar la bajada, que haremos en zigzag para evitar resbalones y, de paso, no hacer el mismo camino que a la ida.

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