Generación tras generación, la costa mediterránea ha ido atrayendo a personalidades como Winston Churchill, Beyoncé y Jay-Z con los intensos azules de sus aguas, sus coloridos pueblos y sus animados clubs de playa. Pero para la modelo y actriz Nicola Peltz Beckham y para el fotógrafo y chef Brooklyn Peltz Beckham, también hay un vínculo personal.
“Solía pasar los veranos en el sur de Francia con mi familia de pequeña”, cuenta Nicola. “Me parecía muy bonito poder llevar a Brooklyn a algunos de los lugares en los que pasé tanto tiempo durante la infancia y conocer los lugares que me quisiera enseñar”. Los recién casados, que celebraron su boda en Palm Beach en abril, comparten su romántica aventura en yate por el Mediterráneo, desde su comida favorita hasta el motivo por el que decidieron no dejarse el portátil en casa. Descubre los mejores momentos de la luna de miel de Brooklyn Beckham y Nicola Peltz.
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EL DÍA PERFECTO
“Nos levantábamos a eso de las 11:30 y desayunábamos en la cubierta del barco. Después, dondequiera que estuviéramos, nos acercábamos a la zona de tiendas. A Nicola le encanta pasearse por ellas y mirarlo todo. Buscábamos un sitio donde comer y después volvíamos al barco y nos bañábamos en el mar. Cenábamos y después nos acercábamos al casino a jugar a la ruleta”. —Brooklyn
UNA COMPRA IDEAL
“Aunque suele ser difícil encontrar un bikini bueno de verdad, la boutique de Le Club 55, en Saint-Tropez, vende unos perfectos. También le compré a Brooklyn una pulsera allí, y no se la ha quitado desde entonces”. –Nicola
EL MEJOR RESTAURANTE
“Fuimos a un sitio increíble en Portofino que se llama Ristorante Puny. El dueño fue muy amable, abrió media hora antes y nos tomamos unos vinos con él. Después nos trajo un risotto al curry con pollo que estaba espectacular, absolutamente increíble”. –Brooklyn
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EL MOMENTO MÁS MEMORABLE
“Una noche, después de cenar, volvimos y nos pusimos el pijama, subimos el portátil a la cubierta, nos llevamos vino y queso y nos pasamos varias horas viendo Love Island. Es una de las cosas que más nos gusta hacer juntos, y la oportunidad de hacerlo en un entorno tan precioso fue mágica”.–Nicola
Este artículo se publicó en el número de diciembre de 2022 de Condé Nast Traveler. Traducido y adaptado por Eva Duncan.