Los asientos reclinables podrían desaparecer de la clase turista

El derecho a reclinar el asiento es uno de los que más debates ha suscitado en el mundo del viaje, pero ¿ha llegado la hora de que las aerolíneas prescindan de esta función por completo?
Ilustración de varias personas cómodamente sentadas en asientos reclinables
Lemono/Getty

Los asientos reclinables están entre los principales motivos de disputa durante un vuelo. Para algunos viajeros, reclinar el asiento es una necesidad para evitar que un vuelo largo resulte incómodo o para conseguir conciliar el sueño. Para otros, es una fuente interminable de discusiones a causa de portátiles rotos o bebidas derramadas.

Lo que sí resulta evidente es que el espacio personal en clase turista se ha ido reduciendo gradualmente a lo largo de los años. Ahora, con los nuevos diseños de asientos que van presentando diferentes aerolíneas, los pasajeros empiezan a temer que, en un futuro cercano, no quede más remedio que pasarse el vuelo entero en la misma postura.

Hace poco, Southwest Airlines reveló cómo serían las nuevas cabinas de sus aviones a partir de 2025, y las redes sociales no tardaron en inundarse de quejas de viajeros ante su diseño aparentemente demasiado estrecho. Desde entonces, la aerolínea ha confirmado que los nuevos asientos, fabricados por RECARO, tendrán el mismo espacio para las piernas y el mismo ancho, y que serán reclinables, como ya lo son los asientos actuales de sus aviones. Sin embargo, esta reacción ilustra lo mucho que preocupa a los viajeros perder espacio en los asientos de avión (lo que queda de él, al menos).

Para muchos viajeros, no es fácil conciliar el sueño sin reclinar el asiento.

KLM/Loet v Eijndhoven

Aunque los pasajeros de Southwest Airlines pueden descansar tranquilos de momento, los asientos reclinables siguen en peligro. Como explica a Condé Nast Traveler William McGee, experto en aviación y parte del American Economic Liberties Project, las aerolíneas cada vez buscan asientos más ligeros para abaratar costes, una tendencia motivada por las mismas condiciones que hacen que aumenten los precios de los vuelos. “Esta tendencia lleva viéndose unos años, y creo que continuará”, cuenta. “Debido a los altos costes del combustible, siempre hay intentos de reducir el peso de los aviones, y los asientos más ligeros son una forma de conseguir esto”.

Los asientos reclinables tienen más mecanismos que los no reclinables, por lo que pesan más. Cambiar los asientos reclinables por otros sin estos mecanismos aligera el peso del avión considerablemente, con lo que se ahorra una cantidad significativa de combustible. “Los asientos reclinables también requieren más mantenimiento, y eso supone un coste añadido más”, afirma McGee. Hay aerolíneas low-cost, como Spirit y Allegiant, que llevan varios años funcionando con modelos no reclinables, a los que se refieren como “prerreclinados”, ya que su forma tiene un ángulo algo más abierto que el de los reclinables cuando están en posición erguida.

La tendencia pasó a las compañías aéreas en general en 2018, cuando British Airways añadió estos modelos de asiento a las cabinas de clase turista de sus Airbus A320neo. Más o menos al mismo tiempo, otras grandes empresas estadounidenses como Delta, United, American o Southwest empezaron a cambiar sus asientos reclinables, limitando su movilidad a poco más de cinco centímetros, cuando el estándar solía ser de más de diez.

“Es innegable que las aerolíneas estadounidenses llevan varios años reduciendo la calidad de sus productos en clase turista, de forma gradual pero permanente”, explica McGee. “No hay más que fijarse: al principios de la década del 2000, un billete en clase turista iba asociado a un asiento mucho más cómodo, ancho, reclinable y con varios centímetros más de espacio para las piernas". También solía haber facturación y selección de asiento gratuitas, además de aperitivos, comidas y bebidas incluidos.

“Los consumidores han perdido mucho más que los asientos reclinables en clase turista”, continúa McGee. “Solo que en este caso, los asientos fijos pueden llegar a ser incluso una ventaja, ya que el espacio más reducido ha hecho que reclinar el respaldo sea incómodo para el pasajero de detrás”.

Los asientos en clase turista cada vez son más estrechos y tienen menos espacio.

Photo by Gus Ruballo on Unsplash

DESENCADENANTES DE INCIDENTES

A medida que los asientos se han ido haciendo más estrechos, los incidentes entre pasajeros relacionados con los respaldos reclinables se han disparado. “No cabe duda de que los asientos reclinables son potenciales causantes de disputas entre pasajeros por varios motivos”, explica Philip Baum, profesor de seguridad aérea en la universidad de Coventry y director de la conferencia internacional DISPAX World 2024, centrada en controlar el mal comportamiento de los pasajeros a bordo de un vuelo. Entre estos motivos, según afirma, están las ocasiones en las que un pasajero dormido recibe un golpe en el respaldo, o en las que alguien se queja cuando la persona de delante reclina su asiento, entre otras.

Debido a esto, eliminar los asientos reclinables puede incluso hacer que la experiencia a bordo sea incluso más agradable. “No cabe duda de que esto puede ser una buena noticia para los viajeros”, comenta McGee. “Las aerolíneas llevan tiempo enfrentando a la gente en una guerra por el derecho a reclinar su asiento y esto ha llevado a la incomodidad, crispación, peleas a puñetazos e incluso detenciones que vemos hoy. Cuando los asientos reclinables generan estos problemas y molestan a los pasajeros, queda claro que suponen un problema”.

Las compañías aéreas empiezan a identificar este problema y a ofrecer soluciones a los pasajeros, pero todo a cambio de costes adicionales. Cada vez más aerolíneas incluyen asientos con la parte trasera fija en su zona Premium Economy, con lo que eliminan el motivo de disputa entre los pasajeros de esta clase sin que estos pierdan el placer de reclinar su asiento. Algunas, como Japan Airlines y Lufthansa, también han añadido el mismo tipo de asiento reclinable a sus nuevos asientos Premium Economy, que además permiten una posición aún mas horizontal.

Ver fotos: consejos para hacer la maleta de la forma más sostenible

Aunque es un asunto controvertido, mucha gente sigue pensando que no debería desaparecer de los aviones. “Creo que deberíamos permitir a la gente reclinar sus asientos, pero también dejar claro que se les podrá pedir que lo coloquen en posición erguida durante el servicio de comidas”, comenta Baum.

Por otro lado, McGee opina que los pasajeros deberían asumir que los asientos reclinables van a desaparecer de clase turista en un futuro cercano. “Es indudable que muchos pasajeros echarán de menos los asientos reclinables en clase turista, pero muchos otros agradecerán el cambio y dejar de arriesgarse a que les rompan el portátil o les tiren un café caliente encima cuando el pasajero de delante decida echarse hacia atrás”.

Este artículo se publicó en abril de 2024 en Condé Nast Traveler.

Ver más artículos

SUSCRÍBETE AQUÍ a nuestra newsletter y recibe todas las novedades de Condé Nast Traveler #YoSoyTraveler