Viajes urbanos

Las pequeñas ciudades y pueblos con más encanto de Alemania

Visitar estas ciudades es como entrar en un cuento de hadas viviente. ¿Quieres saber dónde vivir unas vacaciones de ensueño?
Calle de Rotemburgo con las tradicionales casitas de tejado oscuro y flores en la barandilla.
Roman Kraft/Unsplash

Pasear por los pueblos con encanto de Alemania es como hojear las páginas de un libro de cuentos: casas con entramado de madera perfectamente conservadas, iglesias pintadas y calles adoquinadas con carteles de hierro forjado y macetas de plantas. 

Pero estos lugares son muy reales y merece la pena alquilar un coche (o comprar un billete de tren) para visitarlos. ¿Quién necesita las grandes ciudades cuando las pequeñas nos pueden dar tantas experiencias maravillosas?

Tanto si quieres disfrutar de los famosos mercados navideños del país como si simplemente te apetece pasar unos días bebiendo cerveza y sacando fotos, ahora es el momento de empezar a planificar tu viaje a este rincón de cuento de Europa. Sigue leyendo para conocer las 9 pequeñas ciudades y pueblos con más encanto de Alemania que nos enamoran.

  • La Rathaus de Quedlinburg con su fachada gótica cubierta de hierba junto a coloridas casas de entramado de madera.
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    Quedlinburg (Sajonia-Anhalt)

    Población: 21.500 habitantes

    Fundada en el siglo X, Quedlinburg es una de las pequeñas ciudades mejor preservadas de Alemania. La localidad medieval es Patrimonio Mundial de la Unesco, gracias en gran medida a su casco antiguo, con más de 2.000 casas de entramado de madera, y a la abadía de Quedlinburg, del siglo XII. También es muy relevante –y fotogénica– la Rathaus de la plaza del mercado central, el antiguo ayuntamiento de estilo gótico hecho de piedra maciza y cubierto de hiedra.

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    Cochem (Renania-Palatinado)

    Población: 4.998 habitantes

    Si buscas un pueblo en el que el vino sea tan magnífico como las vistas, dirígete a Cochem, en la ribera del río Mosela. La localidad se ubica en la región germana de Mosel-Saar-Ruwer, famosa por sus uvas riesling, cultivadas en los viñedos de la ladera. 

    Entre copa y copa de vino blanco podrás dar paseos por el casco antiguo, visitar el castillo medieval coronado de torretas (Reichsburg Cochem) o hacer el trayecto en telesilla hacia la cima de la montaña mientras te empapas de las increíbles vistas del pueblo y el río.

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    Görlitz (Sajonia)

    Población: 56.000 habitantes

    Si Görlitz te resulta familiar, es por algo: la ciudad ha aparecido en varias películas de Hollywood, entre ellas The Reader (El lector), Malditos Bastardos y El Gran Hotel Budapest. Con su arquitectura gótica y art nouveau, amplias calles y ubicación privilegiada frente a la orilla polaca del río Neisse –es la ciudad más oriental de Alemania–, es fácil ver por qué tantos directores de cine se han visto atraídos por Görlitz.

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    Rottach-Egern (Baviera)

    Población: 5.543 habitantes

    Ubicado en las orillas del lago Tegernsee de Alta Baviera, Rottach-Egern es sin duda uno de los pueblos más hermosos de Alemania. El lugar está plagado de tiendas en las que se venden los tradicionales lederhosen bordados, pequeños restaurantes sirviendo comida bávara “de la abuela” e iglesias pintorescas que se reflejan en las aguas azules del lago.

    Con los Alpes a su espalda, Rottach-Egern se llena de vida durante el invierno, con los turistas europeos acudiendo para disfrutar actividades al aire libre como el esquí de fondo y el trineo.

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    Rotemburgo (Baviera)

    Población: 10.930 habitantes

    Rotemburgo, o Rothenburg ob der Tauber, famoso por su casco histórico medieval, atrae a millones de turistas cada año gracias a las fachadas multicolores que piden a gritos una foto para Instagram. 

    Si puedes, visítalo en diciembre, ya que la ciudad se transforma en un paraíso invernal con tejados cubiertos de nieve, brillantes escaparates y acogedores tabernas. Y no te olvides del Reiterlesmarkt, uno de los mejores mercadillos navideños del país.

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    ​​Bacharach (Renania-Palatinado)

    Población: 2.034 habitantes

    El pueblo medieval de Bacharach (así llamado en honor a Baco) representa la idiosincrasia de los pueblos vinícolas del área del Rin. Tiene todas las características de un pueblo germano con encanto: casas con entramado de madera, pastelerías con carteles de hierro forjado, iglesias medievales y un imponente castillo en lo alto de la colina (Burg Stahleck) que ahora hace la función de albergue juvenil, con el plus de poder contemplar los viñedos que se aferran a las laderas.

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    Füssen (Baviera)

    Población: 14.236 habitantes

    Una parada imprescindible en cualquier tour de los románticos, Füssen es una pequeña ciudad en colores pastel a unos 95 kilómetros al suroeste de Múnich. Aunque sea conocido sobre todo por ser un buen alojamiento para visitar el icónico castillo de Neuschwanstein de Baviera, la ciudad tiene muchas actividades por las que querrás quedarte un poco más y explorarla. 

    Puedes aprender de la historia de artesanía de violines de la ciudad en el Museo de Füssen, para después sacar unas fotos del Heilig-Geist-Spitalkirche, una capilla de color rosado del siglo XVIII cubierta de pinturas rococó.

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    Marburgo (Hesse)

    Población: 76.000 habitantes

    Si quieres vivir la auténtica experiencia de cuento de hadas germano, Marburgo –conocida ciudad universitaria donde estudiaron los hermanos Grimm y que fue la inspiración para varias de sus historias– es perfecta para ti. 

    Famoso por sus calles adoquinadas e iglesias medievales, el lugar también exhibe encantadoras esculturas de los personajes más famosos de los Grimm, del rey rana leyendo un libro en el lateral de un edificio al zapato de Cenicienta tras el imponente castillo Marburger Schloss.

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