Sabemos que hay un límite para los cosméticos que pueden subirse en cabina en un avión, pero, francamente, a veces nos cuesta contenernos. A algunos les llama la atención el tamaño de nuestro neceser de cabina, pero es que para nosotros es una fuente de relajación, mimos y autocuidado que nos hace el viaje más placentero y nos ayuda a llegar con la mejor cara posible a nuestro destino, sin pagar las consecuencias de la sequedad ambiental y la fatiga.
Tras años de experiencia en viajes de larga duración, hemos ido perfeccionando la lista de favoritos que nos acompañan durante el vuelo, y ¡buenas noticias! la vamos a compartir contigo a continuación.
Estos son los siete productos que debes llevar sí o sí en el neceser de cabina:
1/ UNA CREMA CALMANTE Y REPARADORA
¿Por fin tienes billetes para ir a tu paraíso soñado en Maldivas o para recorrer los mercadillos gastronómicos de Taipéi? Perfecto, pero tu piel del rostro va a necesitar un salvavidas mientras llegas hasta allí. Las cabinas de los aviones tienen una humedad extremadamente baja, lo que provoca que la piel se deshidrate rápidamente.
Para paliarlo, te aconsejamos pasar del maquillaje, beber mucha agua durante el vuelo y aplicar una crema rica en ingredientes que mantengan la hidratación. Nos encanta Cold Cream de Bioline Jatò (70€/100 ml), que contiene pantenol, aceite de cáñamo, aceite de salvado de arroz, manteca de karité, aceite de jojoba y extracto de caléndula.
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Su fórmula proporciona un efecto barrera con propiedades nutritivas y calmantes, lo que la convierte en una de las favoritas de las esquiadoras, ya que protege intensamente contra el frío, el viento y las condiciones climáticas extremas, aportando alivio y bienestar instantáneos al rostro.
También están entre nuestras preferidas Centella Sensitive Cica-Cream de Kiehl’s (42€), que fortalece la barrera con centella asiática y pantenol, y el bálsamo Cica-Réparateur de Dior (51€), una formulación clásica de 1967 con camomila, que además tiene la ventaja de que puede aplicarse en el cuerpo.
¿Un truco de superexperta (gracias, Margarita)? Además de utilizar algo de suero fisiológico o lágrimas artificiales en los ojos –también es aconsejable, si sufres mucho con la sequedad, llevar un spray de agua de mar para la nariz–, extiende en la zona del contorno Emolienta Palpebral de Laboratorios Viñas (7,99€), aliviará esta parte tan delicada de tu rostro.
2/ UNA BRUMA REFRESCANTE
Este es el gesto imprescindible que puede cambiar totalmente tu experiencia viajera. Son muy recomendables para los largos vuelos los sprays de agua termal (como los clásicos de Avène) para suavizar, tonificar e hidratar.
Últimamente hemos descubierto dos fórmulas que nos gustan mucho. La primera es Ultimune Refresh Mist, de Shiseido (66€), que refuerza e incrementa las defensas de la piel contra el estrés y el calor y que viene en un formato práctico (con recambio) y nómada. Contiene agua mineral del manantial de Kirishima y presenta todas las cualidades de un suero, aportando frescura, hidratación y luminosidad.
En segundo lugar, nos ha conquistado The Cool Rescue, de Sensilis (13,50€), una bruma-esencia tonificante y refrescante para pieles sensibles, reactivas o irritadas, con muy buena relación calidad-precio. Alivia en solo cinco segundos, tiene acción antirrojeces, es hipoalergénica y no comedogénica (no se obstruyen los poros). La única pega que tiene… es que supera los 100 ml permitidos en el neceser de cabina, con lo cual no estaría permitido subirlo, a no ser (truco Traveler) que lo compres una vez pasado el control.
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3/ UNA ‘BB CREAM’
De acuerdo, no es aconsejable llevar maquillaje durante el vuelo, pero no queremos renunciar a vernos el rostro uniforme, fresco y jugoso. Para conseguirlo echamos mano de la línea My Clarins de Clarins, diseñada para pieles jóvenes, pero una auténtica delicia a cualquier edad. Su gel-crema con color Re-Boost (25€) es muy placentero en su aplicación, ya que su textura es la de un gel en crema fundente, ultrafresco y no pegajoso.
Contiene micropigmentos encapsulados que unifican el tono y embellecen e iluminan (con nácares), dejando la piel hidratada y atenuando visiblemente los signos de fatiga. Su tono es universal y, además, oxigena, reequilibra y elimina impurezas, aportando un extra de energía. ¿Qué más se puede pedir? Pues que esté formulado con extractos de frutas y plantas, su tubo sea de plástico reciclado y el cartón de la caja procedente de bosques con una gestión sostenible.
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4/ UN BÁSICO VERSÁTIL
Preguntes a la experta de belleza que preguntes, incluirá esta fórmula magistral de Elizabeth Arden en su lista: el bálsamo Eight Hour (35€). Este producto de culto sirve para reparar, proteger y aliviar la piel en cada situación. ¿Una pista para insiders? Es el aliado de quienes toman el medicamento Roacután, un tratamiento para el acné que causa sequedad extrema y grietas en los labios.
Su versatilidad hará que sea el rey de tu neceser: puedes utilizarlo para arreglar las cejas y aportar un toque de brillo a las mejillas, o suavizar las manos secas y las cutículas. Calma las pequeñas irritaciones provocadas por el sol, el viento, las rozaduras o las fricciones. Un truquito muy traveler: cuando llegues al hotel, úsalo para deshacerte de las asperezas de talones y plantas de los pies. Ojo, no todo el mundo es fan del aroma, pero puedes encontrarlo también en una versión con un perfume más suave y en muchos formatos (tubo, tarrito metálico, labial…).
5/ UN GEL CORPORAL EN TALLA MINI
Llegar con buen cuerpo al destino exige cierta disciplina a partir de cierta edad. Nosotros hemos asimilado algunos de estos ejercicios de yoga en el avión (realmente funcionan, palabra) para evitar llegar con el cuerpo dolorido o contracturado. Pero también ayudan cosméticos como este fabuloso gel muscular De-Stress de Aromatherapy Associates London (11,40€/40 ml).
Contiene aceites esenciales de romero, lavanda, pimienta negra y jengibre, que alivian dolores y molestias gracias a un efecto frío inicial que se transforma en una relajante calor. Aplícalo antes del vuelo y al llegar a destino (o durante, si lo llevas en minitalla), incluso sirve para eliminar dolores de cabeza si lo extiendes con un masaje en la nuca.
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6/ UN CAPRICHO… ESENCIAL
Lleva contigo algo que te haga feliz, ¡es la mejor fórmula para el éxito! Puede ser un perfume sólido o en minitalla, o como en nuestro caso, un frasquito de la firma española Gotes Essentials, creada en 2020 con el objetivo de promover la cosmética consciente y natural, sin químicos tóxicos y sin envases que dañen el planeta.
Sus productos están realizados íntegramente con aceites esenciales 100% puros y ecológicos, y su gama de productos mejora el aspecto del cutis aportando hidratación y luminosidad, combatiendo el acné, relajando mente y cuerpo y aportando antioxidantes para prevenir el envejecimiento.
Bergamota, eucalipto, geranio, lavanda, niaouli, tomillo… elige cuál te conviene y mételo en tu maleta de cabina. En su web encontrarás un test para ver cuál se adapta mejor a tus preferencias y cómo usarlo (ojo, no siempre se aplican directamente en la piel, a menudo hay que diluirlos). Tienen múltiples usos –cabello, cuerpo, aromaterapia…– y todos ellos se desarrollan de manera artesanal y sostenible, en un proceso lento en el que se invierte el tiempo que necesita cada producto. ¿Nuestro preferido? El de romero.
7/ EL IMPRESCINDIBLE DE LAS VIAJERAS ‘PRO’
No podemos dejar de recomendarte (una vez más) que metas unas ampollas en la maleta, son un básico esencial para quienes utilizan jet lag como parte de su vocabulario frecuente. ¿Por qué? Ayudan a mantener la piel hidratada y luminosa y son el chute que tu rostro necesita en un viaje de más de seis horas.
En nuestra última expedición nos hicimos in extremis en la T4 con unas de Martiderm, firma que presenta una gran variedad de formulaciones en este formato. Las tienen para tratar y prevenir el fotoenvejecimiento, reafirmar la piel y con efecto antiarrugas y antioxidante.
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Elígelas según tus necesidades: piel seca, normal/mixta o grasa. La mayoría contienen proteoglicanos, que retienen el agua de la piel a la vez que mejoran su estructura y elasticidad, y vitamina C, que como sabes posee un alto poder antioxidante y participa en la síntesis de colágeno.
Las ampollas Proteos Hydra Plus SP (19,05€), por ejemplo, pueden ser una buena opción, ya que contienen filtros solares UVA/UVB que protegen contra la radiación (no lo olvides, también está presente en el avión).
Sus packs de 10 te ayudarán a tener un neceser más organizado: lleva tantas como días vayas a estar fuera… y olvídate de cargar con tu crema de tratamiento de noche habitual. Bon voyage!
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