Senda del Castañar de las huertas, el bosque humanizado en Cuevas del Valle (Gredos)

Recorremos esta sencilla ruta entre bosques y huertas en la Sierra de Gredos. ¿Te vienes con nosotros?
Gredos
Jesús Casañas

El Barranco de las Cinco Villas (Ávila, cara sur de la Sierra de Gredos) ofrece rutas para todos los gustos y niveles. Desde la que une sus cinco pueblos a rutas de gran recorrido (GR) u otras que suben a la alta montaña. La que te proponemos a continuación es tan sencilla como agradable en las afueras de Cuevas del Valle.

Ver fotos: Los mejores hayedos para disfrutar del otoño en España

La senda del Castañar de las huertas es una ruta circular, de unos 3,5 kilómetros (entre una y dos horas de duración, depende de nuestro ritmo). Consiste básicamente en subir desde el pueblo por una de las márgenes de la garganta del Puerto durante aproximadamente media hora, llanear para salvar el río y volver a bajar por la margen contraria.

Senda del Castañar de las huertas.Jesús Casañas

Nosotros optamos por comenzarla por la Calzada romana, camino empedrado que sigue utilizándose para la trashumancia (uniendo la cara norte de Gredos con Extremadura) y que ha sido restaurado desde el pueblo hasta el Puerto del Pico. Por allí pasa también la etapa 12 del GR 293 y la etapa 2 de la Ruta El Confesor (camino teresiano que une Arenas de San Pedro con Ávila).

Enfilamos esta subida desde la ermita de Nuestra Señora de las Angustias, al final de la calle Santa María. Pocos metros después dejamos a nuestra derecha la ermita de San Antonio, de edificación mozárabe. Detrás suya se alza el rollo jurisdiccional, columna de piedra alzada como símbolo de que el pueblo adquirió el rango de villa (alcanzando su autonomía). Se colocaron en sustitución de las picotas (construidas en madera), lugar donde se ajusticiaba y exhibía a los reos como método de escarmiento.

Una senda especialmente mágica en otoño.Jesús Casañas

En el momento que hayamos dejado todas las casas atrás, deberemos tomar el camino de tierra que sale hacia la izquierda (junto a un montón de piedras sobrantes del empedrado), dejando que la calzada siga hacia la derecha. Nuestra senda está marcada por un círculo amarillo con un punto rojo en el centro. No es difícil perderse, así que conviene buscarlo en las bifurcaciones. Si pensamos que nos hemos salido del recorrido, lo mejor es retroceder hasta ver el último.

Como el nombre de la ruta indica, a partir de aquí nos metemos entre castañares y huertas. Discurre entre fincas privadas, así que cabe recordar que no podemos coger castañas ni otros frutos que veamos a nuestro alcance o en el suelo porque tienen dueño. Además de castaños veremos otros tipos de árboles, principalmente pinos, y plantas con abundantes helechos y zarzamoras.

Hacia las Cuevas del Valle.Jesús Casañas.

EN OTOÑO ES MÁGICA

Al estar arbolada, es una ruta recomendable para cualquier época del año, puesto que en los meses de calor nos dará la sombra en buena parte del recorrido. No obstante, alcanza su mayor espectacularidad en otoño, gracias a la gama multicolor que adquieren las hojas de las especies caducas. Recorrerla en un día de niebla es simplemente mágico…

Veremos castaños centenarios, plantados probablemente a finales del siglo XIX. También algunos secos por culpa de la tinta, enfermedad producida por un hongo que está diezmando su población. Es probable que nos encontremos alguno caído en mitad de camino, y que será retirado en breve para ser aprovechado como leña. También alguna zona encharcada, así que conviene llevar unas buenas botas. Por lo demás el camino no tiene mayor dificultad, con un desnivel de unos 150 metros.

En muchos tramos podremos observar las presas, el curioso sistema que canaliza el agua para ir regando todas las fincas. Tras cruzar el río por unas piedras, al empezar a bajar, veremos en los claros que tengamos a nuestra izquierda cómo se alza orgulloso el Peñón del Torozo. Poco antes de llegar al pueblo de nuevo, tendremos también a la izquierda el sitio donde se represa el río (para pegarnos un chapuzón como premio si hemos ido en verano). Si ya hace frío, mejor seguimos recto hasta terminar nuestra ruta de nuevo en la calle Calzada romana, a escasos metros de donde emprendimos la subida. Y si seguimos con ganas de andar, las calles balconadas del centro de Cuevas del Valle tampoco tienen ningún tipo de desperdicio.

Ver más artículos