Aunque las multitudes pueden llegar a ser un problema en las deseadas escapadas de verano, estos destinos alternativos por Europa podrían ser la solución para poder disfrutar plenamente de esas mañanas tranquilas tomando café en una terraza al sol, libro en mano, y de las tardes de paseos junto al río.
Los destinos más solicitados a veces llegan a ser abrumadores con sus bares y cafeterías llenos, restaurantes sin mesas disponibles y calles abarrotadas. Y aunque muchos de ellos siguen mereciendo la pena, algunos destinos menos conocidos no tienen nada que envidiarles y permiten organizar unas vacaciones más agradables y relajadas. De hecho, la tendencia de viajar a destinos alternativos está creciendo, como se ve en los hashtags de TikTok, y el creciente interés en reservarse los destinos más saturados para la temporada baja se está haciendo notar. La redacción de Condé Nast Traveler se suma a la ola: aquí están nuestros destinos alternativos de Europa favoritos para huir de las multitudes y aprovechar todo lo que tiene que ofrecer la estación más cálida del año.
BRAGA, PORTUGAL
La ciudad más antigua de Portugal también es una de las más infravaloradas. Pese a que su vecina Oporto atrae la mayor parte de la atención, Braga no solo merece la pena para una escapada veraniega a Portugal, sino que es uno de los destinos más interesantes del país. Sus callejuelas empedradas están llenas de excelentes restaurantes de cocina portuguesa tradicional, como Tabique, especializado en carnes cocinadas a fuego lento con salsas espesas y patatas para mojar. Algo más lejos se encuentra Dona Júlia, conocido por sus preciosos interiores y cocina con ingredientes frescos y de cercanía. Para sumergirte en la historia de Braga, no puedes perderte una visita a su catedral, que data de 1070 y es la más antigua de Portugal. También puedes acercarte al santuario de Bom Jesus do Monte a admirar sus preciosas escalinatas y sus antiquísimas capillas y fuentes.
Dónde dormir: no hay una enorme cantidad de grandes hoteles en Braga, pero Vila Gale, ubicado en un enorme edificio de 1508, está en una zona céntrica muy cerca de la catedral.
BURDEOS, FRANCIA
Puede que “desconocida” no sea la palabra que más describa esta ciudad francesa, pero si comparamos las visitas que recibe todos los veranos con las multitudes que llegan a París, Burdeos encaja perfectamente en esta lista de destinos alternativos en Europa. Con sus excelentes vinos, cercanía al mar y abundancia de edificios históricos y monumentos que visitar, es el lugar perfecto en el que vivir el verano francés. Sus calles peatonales dan para largos paseos con los que explorar la ciudad y admirar edificios como el Grand Théâtre, la torre Pey-Berland o la basílica de San Severino. También puedes acercarte a las afueras a conocer algunos de los châteaux más espectaculares del país y las bodegas que bordean el Gironda.
Dónde dormir: el hotel Mondrian Bordeaux Les Carmes, que queda a las afueras de la ciudad, es el lugar perfecto en el que disfrutar tanto de la ciudad como del campo.
RÓTERDAM, PAÍSES BAJOS
La vecina más animada de Ámsterdam está atrayendo toda la atención que merece al fin. Róterdam, una antigua ciudad portuaria industrial, se ha ido transformando poco a poco en un centro de cultura y diseño. Sus políticas medioambientales están animando a viajeros conscientes a conocer la ciudad en sus escapadas de verano, y es que no solo se está volviendo cada vez más agradable de pasear con sus calles peatonalizadas y espacios verdes; Róterdam se comprometió a reducir a la mitad sus emisiones de CO2 y gases de efecto invernadero para 2029, y ha apostado por el diseño sostenible en sus nuevas edificaciones.
Dónde dormir: el Hotel New York tiene una buena selección de elegantes habitaciones que dan al río Maas, en el barrio Kop van Zuid.
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BERGEN, NORUEGA
Bergen, el paraíso de los amantes de la naturaleza, tiende a ceder todo el protagonismo a la capital, pero incluso la propia ciudad es todo un despliegue de color. Su típicas casas de madera de distintas tonalidades junto al agua son de lo más fotogénico, un arcoíris de rojo óxido, azulón, amarillo intenso y verde terroso. Pero la belleza no acaba ahí: incluso en verano llegan a verse las cumbres nevadas, y las laderas de estas altísimas montañas están llenas de rutas de senderismo y fiordos, el lugar perfecto para una escapada veraniega de aventura en Noruega.
Dónde dormir: el hotel Bergen Børs, ubicado en un edificio del siglo XIX, es un lugar amplio y elegante en el que alojarse en una zona céntrica.
MOSTAR, BOSNIA Y HERZEGOVINA
La belleza de Dalmacia es innegable, al igual que lo es su popularidad turística creciente. Para alejarse de las aglomeraciones de la costa, la mejor idea es adentrarse hacia Bosnia y Herzegovina (y dejar Croacia para la temporada baja, cuando tanto las temperaturas como las multitudes dan un respiro a los viajeros que quieran conocer esta preciosa costa). Mostar es una ciudad especialmente atractiva para este tipo de escapada de verano: sus callejuelas y puentes parecen sacadas de un cuento de hadas, y sus paisajes montañosos llenos de cascadas y viñedos son ideales para el senderismo.
Dónde dormir: Muslibegović House fue el hogar de una familia adinerada allá por el siglo XVIII, pero ahora se ha transformado en un lujoso hotel con museo incorporado en el que se hace más fácil que nunca aprender sobre el imperio otomano.
Este artículo se publicó en marzo de 2024 en Condé Nast Traveller.