De isla deshabitada a paraíso de vivienda sostenible

Skjulskäret ya no es una isla más de la costa finlandesa, es un refugio autosuficiente del que tomar inspiración (y al que se puede ir a dormir).
De isla deshabitada a paraíso de vivienda sostenible
Proyect Ö

Aunque llevaba más de una década paseando en barco por las aguas del litoral finlandés, a Aleksi Hautamäki nunca se le había ocurrido que podía hacer suya una de las más de 10.000 islas que componen el mar del Archipiélago, un magnífico parque nacional situado frente al suroeste del país nórdico donde el Báltico serpentea entre pueblos isleños, idílicos prados y desoladas rocas. Pero hubo un día en que Aleksi descubrió que era posible comprar alguno de estos retazos de tierra. Le contó la idea a su pareja, Milla Selkimäk, y comenzaron la búsqueda.

Y es que, ¿quién no ha soñado algún vez con dejarlo todo e irse a una isla solitaria? Estos dos diseñadores finlandeses decidieron dar el paso y comenzaron a buscar islotes a la venta. “Finlandia tiene numerosos pedazos de tierra junto al litoral y no necesitas ser millonario para hacerte con una”, cuenta Aleksi por teléfono. “Busqué en Google Maps islas sin vivienda pero con permiso de construcción. Y comencé a llamar a los propietarios. Después de un tiempo llegamos a un acuerdo con Skjulskäret”.

Skjulskäret tiene 2 hectáreas, 100 metros de ancho y 200 metros de largo.Proyect Ö

Skjulskäret es el paraíso rocoso y salvaje ubicado en el borde del Parque Nacional del Archipiélago que compraron a los dueños, vecinos de una isla cercana. Era una isla completamente intacta que nunca había sido habitada. Con 2 hectáreas, 100 metros de ancho y 200 metros de largo, de forma triangular, con tres garras apuntando al norte, cuenta con pequeños bosques con altos pinos en el extremo sur y espectaculares bahías rocosas en el extremo norte.

Cual Robinson Crusoe, la pareja levantó en esta isla deshabitada el que iba a ser "un lugar de vacaciones donde pasar el mayor tiempo posible”, cuenta Aleksi. “Aquí no tienes vecinos”, bromea quien hoy alterna su vida entre la casa que tienen en Helsinki y este nuevo hogar hecho realidad el pasado 2019.

Hora de cenar en Skjulskäret.

Onni Aaltonen

EL ARTE DE LA SOSTENIBILIDAD

Bautizado como Proyect Ö, el proyecto de vivienda solo podía ser una cabaña autosuficiente y respetuosa con la naturaleza. “No puedes venir a una isla que es un paraíso natural y destrozarla”, coincide Aleksi. Por ello crearon una cabaña principal de 45m2 –con sauna incluida, por supuesto– y un taller vecino de 25m2. Ubicadas ambas construcciones en la esquina noreste de la isla para favorecer su protección del viento, unas pasarelas de madera las conectan y permiten andar sobre el rocoso suelo hasta el vecino muelle. “Las cabañas se colocaron lo más cerca posible de la roca para que no sobresaliesen demasiado en el paisaje”, detalla.

La playa de Skjulskäret.

Proyect Ö

Recorriendo la isla de Skjulskäret.

Proyect Ö

La casa debía tener todo lo necesario en el menor espacio posible. Respetando el entorno, adecuándose al rocoso suelo y haciendo gala del siempre menos es más del diseño nórdico, la pareja alzó un escondite ecológico inspirado en la arquitectura finlandesa tradicional que aprovecha la energía solar y el agua del Báltico para funcionar de manera autosuficiente.

Con forma larga y estrecha, aunque parezca poco espacio, está todo perfectamente organizado tras sus revestimientos de madera vertical –con troncos de pinos– y techos a dos aguas: baño, cocina, terraza-comedor al aire libre, salón y varias habitaciones. No falta, de hecho, la sauna, que para eso estamos en Finlandia. Por su parte, el taller “se ha utilizado hasta ahora para realizar diversas artesanías para la isla. Más adelante, el plan es utilizarlo como oficina, así como para otros tantos proyectos personales que están en proceso”, cuenta el diseñador.

Con capacidad hasta para 6 personas, grandes ventanales ofrecen vistas panorámicas 360 y el agua corriente fluye por toda la vivienda, la cual se calienta y da lugar también a calefacción en los pisos gracias a la estufa de leña de la sauna. Este mismo sistema proporciona calefacción a los pisos. Por su parte, la energía solar que utiliza tiene capacidad suficiente para hacer funcionar todo, desde la iluminación hasta el aire acondicionado y la lavadora. Y el sistema de filtración de agua –de Solar Water Solutions–se basa en la ósmosis inversa, eliminando la salinidad del mar. “El agua potable aquí contiene más minerales esenciales y menos cloro que el agua municipal del grifo”, bromea Aleksi. Este sistema produce aproximadamente 100 litros de agua potable por hora.

Ambas cabañas siguen la arquitectura nórdica tradicional.

archmospheres

Todos los muebles interiores son Puustelli Miinus, “que es el fabricante de cocinas y ebanistas más ecológico que existe”, señala. Superficies de abedul teñido de negro le dan un toque de color a esta construcción donde todo es madera y en la que han combinado creaciones propias de la pareja con adquisiciones de época –las tumbonas son de los años 60. Fuera no falta la barbacoa, donde la estufa de exterior también funciona como ahumador y horno de pizza. Ah, y tiene hasta un vecino jacuzzi natural surgido del hueco de una roca.

Una de las habitaciones de Proyect Ö.

Proyect Ö

La madera domina toda la vivienda.

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DISPONIBLE PARA ALQUILAR

Cerca de un millón de euros costó el proyecto. Para recuperar parte de la inversión, la pareja decidió alquilar este paraíso cuando ellos no estuviesen allí, “aunque el año pasado pasamos cerca de 100 días”, cuenta Aleksi. Eso sí, esta casa autosuficiente se alquila solo a bolsillos muy selectos. Porque el precio parte de los 1.800 euros por noche. Suena mucho, desde luego, pero no todos los días uno tiene para un máximo de seis personas una isla deshabitada.

Señala Aleksi que ya han recibido huéspedes de medio mundo, desde Estados Unidos a Australia pasando también por Europa, y que suelen ser familias con niños o amigos en pareja los que más solicitan su Proyect Ö. La mayoría llega en avión a Helsinki y conduce hasta la costa, donde 20 minutos en barco te conducen al paraíso. Porque no será un hotel cinco estrellas, pero sí una vía de escape con playa privada, habitaciones con vistas al mar, sábanas de algodón orgánico, varios tipos de almohadas, suelo aislante y hasta albornoz con zapatillas. De hecho, quien no quiera cocinar, puede solicitar su servicio de catering.

Las vistas: 360.

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"La gente que viene busca no hacer nada, aunque claro, al final estás en un entorno idílico donde la naturaleza te permite nadar, pescar o navegar”, señala Aleksi, que añade que hay kayak al servicio del huésped así como transfers en barco para ver islas cercanas o acudir a probar algún restaurante. “Yo creo que la gente que vive en grandes ciudades ya no quiere viajar a otras ciudades, cuando quiere descansar busca otra cosa”, añade. Recomienda ir en verano, por supuesto, pero el calendario de reservas está abierto de abril a octubre.

Es más, la idea debe gustar, pues el pasado verano la pareja inauguraba una segunda zona de descanso en Gåsskären, un micro archipiélago formado por 10 islotes en el mismo área finlandés. En la mayor de estas islas se encuentra una encantadora cabaña de pescadores, también completamente autosuficiente, con capacidad para cuatro huéspedes (desde 800 euros/noche).

La sauna de Proyect Ö.

Proyect Ö
Una terraza y una isla deshabitada, ¿para qué más?Proyect Ö

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