Casas de cine: viajes de película… y hasta la cocina

DUNE (JORDANIA, ABU DHABI)

Porque hay casas de cine… y también planetas de cine: Arrakis, también conocido como Dune, se ha convertido en el más importante del universo lo que lleva a comenzar una lucha por el poder con el objetivo de controlar la especia, necesaria para el progreso y la supervivencia. Esto acaba en una guerra interplanetaria con las esperanzas puestas en Paul Atreides como posible salvador. Este es el argumento de Dune, cuya segunda parte se acaba de estrenar.

Para narrar esta historia de planetas de otro mundo, como ocurre con Star Wars, se ha recurrido a escenarios reales bien elegidos. Desde la pantalla y sin saberlo, viajamos a Medio Oriente y el Mediterráneo, en concreto, a Jordania, que con sus formaciones rocosas de Wadi Rum, se ha convertido en uno de los escenarios, y después, para las tomas colmadas de arena, nos adentramos en las dunas de Abu Dhabi.

La segunda parte aterriza en territorios más cercanos, comenzando el rodaje en Italia. Hasta Altivole (Treviso) fueron para filmar la Casa Corrino (nombre de una familia noble de Dune) en una de las construcciones más representativas del arquitecto Carlo Scarpa: el mausoleo Brion. Esta obra arquitectónica brutalista mezcla sabiamente el hormigón con la naturaleza. Y así, este compendio de localizaciones permite sentirnos dentro del sorprendente universo que Villeneuve ha creado junto al diseñador de producción Patrice Vermette.

Dune: parte 2, de Denis Villeneuve, en cines.

DON'T WORRY, DARLING (PALM SPRINGS)

En la década de los 50 se creó un paraíso en mitad del desierto de Sonora, en el sur de California. Allí edificaron un oasis para la clase media-alta, con viviendas de estilo midcentury, firmadas por Richard Neutra o el suizo Albert Frey. Enfrentado a las montañas y rodeadas por áreas desérticas, se disfruta de un espectáculo arquitectónico, de porches con palmeras y verdes jardines con piscinas, tal y como aparece en el universo ensoñador de la película Don’t Worry Darling. Dirigida por Olivia Wilde, cuenta la historia de un matrimonio que vive en una utópica comunidad en los años 50 cuando la mujer empieza a preocuparse por los secretos de la empresa para la que trabaja su marido y los misterios que este guarda, mientras vive en un entorno maravilloso.

BARBIE (PALM SPRINGS)

Barbie, dirigida por Greta Gerwig y candidata a ocho premios Óscar (entre ellos, mejor película, mejores actor y actriz de reparto o mejor diseño de producción), nos lleva también a Palm Springs, pero en esta caso de manera ficticia: aquí la Dream House o la Casa de los sueños de la muñeca está inspirada directamente en el modernismo arquitectónico característico de esta zona, aunque en Barbie sea una casa de color fucsia y tres plantas.

Don’t Worry Darling, de Olivia Wilde, en HBO Max
Barbie, de Greta Gerwig, en HBO Max y Movistar Plus+

LOS JUEGOS DEL HAMBRE: SINSAJO, PARTE 2 (LES ESPACES ABRAXES, PARÍS)

Recientemente, se ha estrenado una nueva película de la saga de Los Juegos del Hambre, la precuela titulada Balada de pájaros cantores y serpientes, y nos ha hecho recordar uno de los escenarios de la saga que más marcaron a los fans. En Sinsajo (2015), en una escena de mucha tensión, el lugar que capturó todas las miradas es un edificio de estructura repetitiva, con un patio central estilo anfiteatro con terrazas de césped. Obra del arquitecto catalán Ricardo Bofill, se encuentra en las afueras de París, en Noisy-le-Grand. Les Espaces Abraxes, construidos entre 1978 y 1983, se perfila como un complejo de estilo posmoderno y un tributo al neoclasicismo como forma alternativa al estandarizado modernismo propio del arquitecto francés Le Corbusier. Neoclásicas son las columnas, los arcos y los frontones de remate triangular, que se combinan con materiales como el cristal y el acero para aportar ese aire futurista tan en sintonía con la película. Un conjunto formado por tres espacios, Teatro, Arco y Palacio, con un resultado teatral. Bien merece una visita, así como algunos edificios circundantes casi igual de sorprendentes.

Los juegos del hambre: Sinsajo Parte 2, de Francis Lawrence, en Netflix, Movistar Plus+, Amazon Prime Video.

GRAN HOTEL BUDAPEST (GÖRLITZ Y DRESDE, ALEMANIA)

Wes Anderson siempre imagina mundos únicos, donde los colores pastel reinan y la simetría manda. Y siempre que puede sitúa la acción en Europa, como en The French Dispatch. En El Gran Hotel Budapest, de 2014, hizo un gran despliegue de estilo para dibujar la ficticia Zubrowka y sus paisajes de ensueño con una clara inspiración en ciudades balneario de la República Checa, Viena, Praga y Budapest.

El Gran Hotel Budapest recopila retazos de Görlitz y Dresde, en Alemania, y otras localizaciones de Sajonia. La imagen más icónica del film corresponde al Bristol Palace Hotel, de Karlovy Vary (República Checa) con su particular fachada de un elegante tono rosa, y otros detalles de la arquitectura europea de estilo aristocrático. Para recrear Lutz, una ciudad que no existe, rodaron entre Görlitz y Dresde. Una antigua sala de conciertos se convierte el restaurante del hotel; el Görlitz Warenhaus, unos antiguos grandes almacenes de 1912, se transformaron en el gran hall del hotel; la pastelería Mendl’s se rodó en Pfunds Molkerei, una lechería histórica de Dresde con más de 100 años de antigüedad y una decoración romántica; el museo de arte de Lutz en realidad es Zwinger, un palacio de estilo rococó en Dresde; el castillo de Kriebstein hace las veces del exterior de la prisión Checkpoint 19 y para la escena del monasterio con los monjes se eligió la iglesia de la Santísima Trinidad de Görlitz (Dreifaltigkeitskirche), un convento franciscano construido entre 1234 y 1245. El collage de calles, hoteles y locales componen un cuadro perfecto para dar vida a Lutz y meternos de lleno en el personalísimo universo de Wes Anderson.

Todas las localizaciones del film aparecen detalladas en la página Atlas of Wonders.

Gran Hotel Budapest, de Wes Anderson, en Disney+

EL TALENTO DE MR RIPLEY (POSITANO, ISCHIA Y PROCIDA)

Saltburn, el último filme firmado por Emeral Fennell, ha causado furor con su fastuosa localización invitando a una vida de lujo y relajación. También ha despertado el recuerdo de otra película con la que guarda –alerta, spoiler– cierta similitud. Hablamos de El talento de Mr. Ripley, de Anthony Minghela. Si la vida de rico se simboliza con un majestuoso palacio en la primera, en la segunda se refleja en ese canto a la dolce vita simbolizado en un pueblo pescador de Italia, en los años 50, momento en que se desarrolla la película. La vida de este pintoresco pueblo inexistente, llamado Mongibello, se recreó con varias localizaciones de la costa de Nápoles, como Positano, la colorida localidad de la costa Amalfitana, y las islas de Ischia y Procida. Sus playas, acantilados e intrincadas calles ocupan la mayor parte de la mitad del film, para transportarnos después a una Roma de postal, a puntos turísticos como los Museos Capitolinos, la plaza Navona o Plaza de España, y por último, a Venecia. Un viaje cento per cento a la esencia de Italia.

El talento de Mr Ripley, de Anthony Minghella, en Netflix y Movistar Plus+

VIAJE AL PARAÍSO (QUEENSLAND, AUSTRALIA)

Hay películas que conjugan ingredientes que cautivan al espectador, como un destino paradisiaco y buenas dosis de lujo. Tal es el caso de Viaje al paraíso, la última película que ha unido a Julia Roberts y George Clooney y que lleva por bandera estos atributos ya desde su título, Viaje al paraíso. El argumento: una pareja divorciada viaja a Bali para impedir el matrimonio de su hija, y para ello dejan de lado sus diferencias y se alían en este mismo objetivo. Aunque la película se sitúa en esa especie de Edén terrenal que es Bali, en realidad, se rodó en Australia, en diferentes localizaciones de Queensland cuya blancas playas bien podrían confundirse con las de la isla de Indonesia. Gran parte de la acción pasa en un hotel, que realmente existe: el Palm Bay Resort. Eso sí, se transformó recreando las estructuras típicas de las construcciones balinesas.

Curiosamente, el director de la película, OI Parker, quería que los espectadores tuvieran ganas de viajar, y es que el proyecto se le ocurrió en plena pandemia y buscaba animar a la gente. La misma causa, el Covid, les impidió rodar en Bali y encontraron este resort como hecho a medida, con unas construcciones que servían su cometido, rodeado de un paisaje impresionante y bordeando el mar de Coral. Este hotel cuenta con todo lo que se puede esperar: villas, suites y habitaciones. No cabe duda de que esta película invita a visitar estos dos paraísos, Bali o a las islas Whitsunday, en Queensland (Australia).

Viaje al paraíso, de IO Parker, en Movistar+.

CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (HAMPTONS, ESTADOS UNIDOS)

Si bien uno de los paisajes más reconocibles del cine lo perfila el skyline de Nueva York, a pocas horas alcanzamos una de las costas más deseadas de los Estados Unidos, Great South Bay. Allí se sitúan Los Hamptons, el destino de los socialites de la Gran Manzana, repleto de casas de cine per se y donde se han rodado un buen número de films. Se puede descubrir en todo su esplendor en Cuando menos te lo esperas, uno de esos éxitos cinematográficos firmado por Nancy Meyers. Playas con dunas que se pierden de la vista, un mar salvaje y unas casas típicas de lamas de madera que se asoman sobre la costa con sus tejados a dos aguas. ¿A quién no le seduce este destino?

En Cuando menos te lo esperas, Diane Keaton es una dramaturga de éxito que posee una casa de recreo en esta zona de Long Island y se encuentra teniendo que convivir con el nuevo novio de su hija, Jack Nicholson, que es más de su quinta. La película es un canto al slow lifestyle con compras en los pequeños comercios de pueblo, paseos y picnics sobre la arena, en un paraíso deluxe al que cualquiera quiere adscribirse.

OLVÍDATE DE MÍ (MONTAUK, ESTADOS UNIDOS)

A solo media hora, casi en la punta de la isla, encontramos un territorio igual de atractivo pero con una etiqueta mucho más relajada. Con unos acantilados abruptos que caen sobre la playa y faros sacados de las pinturas de Edward Hopper, el paisaje dominante de Montauk es salvaje y  pintoresco. En los años 60 y 70, llegó aquí un grupo de personas que se enamoraron de su naturaleza y crearon el estilo de vida que deseaban, pero la última década ha atraído a demasiados turistas, creando cierta controversia.

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El tono más rústico de Montauk también ha sido imán de artistas y surferos, y hablando de lo que nos ocupa, escenario de películas como ¡Olvídate de mí! (Michel Gondry, 2004). Y no sólo, la serie The Affair nos cogía de la mano por toda la localidad, de las playas a los restaurantes pasando por los hoteles, el faro con los acantilados de Shadmoor y las casas estilo cabaña más encantadoras que se hayan visto. También fue el lugar elegido por la serie Friends para uno de sus episodios más recordados, el último capítulo doble de la tercera temporada, donde todos se escapan a la playa y una medusa pica a Mónica (Courtney Cox).

Cuando menos te lo esperas, de Nancy Meyers, en HBO Max.
Olvídate de mí, de Michel Gondry, en Amazon Prime Video.

MAMMA MÍA (DAMOUCHARI, SKOPELOS Y SKIATHOS, GRECIA. VIS, CROACIA)

Pensar en vacaciones, para muchos es pensar en la costa y el inmenso mar azul. Hay películas, como las anteriores de esta lista, que conjugan estos ingredientes que, además, evocan los largos días de verano, el placer y la diversión. A esta lista añadimos, Mamma Mia!, el film basado en el musical homónimo y protagonizado por Meryl Streep y Amanda Seyfried, que homenajea lo mejor de las islas griegas: cielo azul, mar azul, arquitectura mediterránea, naturaleza exuberante y vida relajada. Las localizaciones se sitúan en distintos puntos del mapa helénico, las islas de Scíathos y la isla de Skópelos. Aunque ahí se grabaron varias escenas, el rodaje también se realizó en el escenario 007 de los estudios Pinewood Studios.

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Para transportarnos a las playas, habría que aterrizar en Scíathos, a cuyo puerto, además, llegan los tres supuestos padres de la protagonista. La mayoría de exteriores, también para los pueblos, corresponden a la isla de Skópelos, en el Mar Egeo. Y por último, se cambió esta última localización por Vis, una isla de Croacia, la más alejada de tierra firme, que sirvió de base militar hasta 1983 y que empezó a recibir turistas después del estreno de la película.

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